Sinopsis
"No sabía que Martina y tú habíais hecho las paces. Me alegro, temía que esa bola se hiciera cada vez más grande", le dice Adriano a una Catalina intenta quitarle importancia al asunto alegando que al final no ha sido para tanto, pero para su esposo sí que lo ha sido: "Habéis estado a punto de arruinar una relación que os unía desde niñas".
Catalina, incómoda con la conversación quiere cambiar de tema diciendo que eso ya es agua pasada. En cambio, para su marido, lo sería si no sacan una enseñanza de todo lo sucedido: "Tenemos que reflexionar. Lamento decirte que tengo dudas de lo que estamos haciendo, y muchas. A lo mejor tenemos que parar y pensar, considerar si todo esto es bueno para nosotros y nuestros hijos".
La hija del marqués cree que Adriano está dando a entender que no se preocupa por los niños, pero no es esa la intención del conde. "Lo que quiero decirte es que a lo mejor, sería bueno que no te cierres en banda, que no pierdas los nervios. A lo mejor la gente tiene razón y nosotros no nos estamos dando cuenta, estamos poniendo por encima de nuestros hijos los intereses de los demás", le aclara.
La joven no se puede creer que después de todo lo sucedido, su esposo le venga con estas dudas, lo que desemboca en una discusión entre los dos. "Últimamente no paras de llevarme la contraria", le reprocha Catalina a Adriano, que termina explotando: "Si te estoy llevando la contraria será porque no tienes la razón absoluta, leche".
