El beso del que María no se arrepiente

Samuel y María se dejan llevar en un apasionado beso, pero cuando se da cuenta, el sacerdote se aparta de la doncella: "Mal, muy mal. María, hemos vuelto a sucumbir a la tentación", dice el cura ante la tierna reacción de María Fernández: "A mi me ha parecido maravillosa". Ambos saben que tienen que ser fuertes y no dejarse arrastrar de esa manera, pero es lo que hay entre ellos ha sido más fuerte. "Voy a ir derechita al infierno", dice la doncella, "y arderemos para toda la eternidad", le replica el sacerdote.

Lo que no entiende María Fernández es que "si es pecado, por qué se siente tan bien, ¿es malo sentir amor?", se pregunta. Samuel le explica que no debería sentirse así porque su sentimiento es puro. "Puro y prohibido", añade la joven. El párroco de Luján le pregunta a la doncella si se arrepiente de lo que ha pasado entre ellos. "No se qué decirte. Creo que lo volvería hacer", le responde. ¿Pero y Samuel? ¿También lo haría? Su declaración nos ha dejado enamorados a todos: "Cada vez me cuesta justificar más resistirme a algo tan bonito".