Episodio 2

En las apenas 80 hectáreas y menos de 1 kilómetro de longitud que ocupa La Jayona, se esconde lo impensable. Se ha transformado en un secreto prodigio natural donde viven seres que parecen salidos de un cuento fantástico. La jineta y la higuera comparten una historia común. Los ancestros de ambos llegaron a la Península Ibérica de la mano del ser humano. La jineta fue traída desde el norte de África, mientras que la higuera habría llegado desde el este del Mediterráneo y el sudoeste de Asia, donde fue una de las primeras plantas en ser cultivada por humanos. Y ahora dos de sus descendientes aquí están, siguiendo la estela de sus antepasados colonizando este nuevo mundo enterrado que es La Jayona.