Sinopsis
La política española y, sobre todo, el PSOE se han visto agitados por el informe de la UCO, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que vincula directamente a Santos Cerdán con Koldo García, el asesor del exministro José Luis Ábalos que da nombre a la trama corrupta que supuestamente obtenía comisiones por la concesión de obra pública. El impacto entre la familia socialista y dentro del propio gobierno es enorme porque Cerdán era, hasta este jueves, uno de los pesos pesados del PSOE, mano derecha del presidente y, como tal, había protagonizado algunas de las negociaciones más delicadas, como las conversaciones con Junts y Carles Puigdemont. Tras conocerse su dimisión, Pedro Sánchez reconoció en varias ocasiones que se sentía "decepcionado" y pedía "disculpas a la ciudadanía" porque, desde su llegada a la Moncloa, dijo, su apuesta ha sido la de la "regeneración democrática".
"Yo estaba convencido de su integridad. No había indicios de su implicación hasta que han aparecido esos indicios, que son graves, muy graves". En su primera rueda de prensa en 44 días, el presidente del Gobierno se mostró ante los medios serio y abatido e insistió, varias veces, en que no había tenido conocimiento de lo que recoge el informe hasta este mismo jueves. "Es imposible que quiera sacudirse la responsabilidad cuando la tiene toda". Son palabras de Alberto Núñez Feijóo, el presidente del PP, que pide la dimisión de Sánchez y el adelanto de elecciones: "Es imposible que no supiera nada de su número 2 de antes y su número 2 de ahora". La noticia ha inquietado a Sumar, el socio de Gobierno, y a los aliados de la actual legislatura. Sánchez ha asegurado que "habrá comicios cuando toque, en 2027". Y, también, ha descartado una crisis de gobierno. Ha anunciado una reestructuración de la cúpula de su partido y una auditoría externa de las cuentas del PSOE.
