Sinopsis
"No tengo palabras de lo que se vivió, fue horroroso". Con esta crudeza describe la alcaldesa de Petín, en Ourense, Raquel María Bautista, la situación de su municipio tras el incendio originado en Larouco, que ya ha arrasado más de 20.000 hectáreas y que se ha convertido en el más grave registrado en Galicia desde que existen datos. "El jueves ya fue un día muy complicado, pero quizá el viernes fue el peor: teníamos fuego por todos los lados, no había un solo pueblo que no estuviera ardiendo".
Bautista denuncia en una entrevista en el canal 24 horas que durante las jornadas más duras se sintieron "muy, muy solos" y que sin la intervención de los propios vecinos la tragedia habría sido mayor. "Si los vecinos no están, si no se hacen cosas, ardemos todos. Yo si veo que arde mi casa hago lo que sea, con autorización o sin autorización. Y también me llevarían detenida, lo tengo clarísimo".
La regidora defiende especialmente la actuación de un vecino de 61 años detenido durante las labores de extinción, al que considera un héroe: "Él desde el primer día se puso sus botas y luchó contra el fuego, salvó vidas y viviendas. Gracias a él y a otros, muchos vecinos pudieron salir con vida. Que lo detuvieran me parece una injusticia total".
A pesar de la devastación, Bautista agradece la solidaridad recibida de municipios cercanos, voluntarios y efectivos de emergencias: "Dar las gracias a todas las personas que nos ayudaron, que fueron muchas. No quiero nombrar porque se me va a olvidar alguien, pero gracias de corazón".
