Un trato de lo más desleal

Ricardo Reverte murió tras beber el vino de una de las botellas de las bodegas Miranda y que estaba contaminado con metanol. Santiago Mirando quiere impedir a toda costa que los análisis de sangre del difunto, que dan buena cuenta del envenenamiento, lleguen a la familia Reverte, así que el empresario le pide al alcalde Bernardo (que a la vez es el médico de Lasiesta) que falsifique los análisis. Eso sí, el alcalde le pide algo a cambio de tan gran favor...