"La batalla por el fondo marino" se pregunta si la minería submarina podría ser clave para la independencia energética de Occidente, mientras...
Disponible hasta: 21-11-2025
22/10/2025 00:49:24"La batalla por el fondo marino" se pregunta si la minería submarina podría ser clave para la independencia energética de Occidente, mientras...
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22/10/2025 00:49:24Disponible hasta: 21-11-2025 20:00:00
La transición energética es ya imparable. En los próximos 30 años, a medida que aumente la demanda de energías renovables, Occidente necesitará más metales que en toda la historia de la humanidad. Hablamos del cobalto, el níquel y el cobre, los codiciados metales que impulsan esta revolución verde y que son absolutamente imprescindibles para nuestros coches eléctricos, los paneles solares o los molinos eólicos con los que supuestamente contribuimos a hacer un futuro más limpio. Pero, ¿realmente esto es así?
En la actualidad, China controla el 70% del níquel y del cobalto procedentes de las minas terrestres de Indonesia y Congo. Occidente va a la zaga en la producción y el suministro seguro de estos minerales y está buscando una alternativa. Noruega, Canadá y Países Bajos están ya preparados para explotar los océanos con tecnología vanguardista en la minería submarina. Están desarrollando barcos dotados de robots que rasparán y succionarán estos nódulos repletos de níquel, cobalto, cobre, manganeso y tierras raras. Sin embargo, esta actividad extractiva en aguas profundas provocará daños irreparables en los lechos oceánicos y al ecosistema, según denuncian ecologistas y científicos.