Los premios de la Seminci

Se recordará la 57 edición de la Seminci como una muestra de buen cine que nada tiene que envidiar a los principales certámenes. La espiga de Oro fue a parar a Nabil Ayouch por "Los caballos de Dios", una libre interpretación de los atentados de Casablanca de 2003 en la que se muestra cómo chicos de origen humilde caen en las redes del islamismo radical para ser futuros mártires. Con toda justicia la Espiga de Plata la ganó el film alemán "hanna Arewndt" de la veterana Margeteth Von Trotta. La atrayente personalidad de la filósofa judía y su papel crítico e independiente durante el proceso al nazi Adolf Eichmann en Jerusalem le valió numerosas críticas entre los suyos. El film rinde tributo a una figura excepcional que investigó la naturaleza del mal, descubriendo su lado banal y burocrático.