Las patatas de Adra

No me imagino una vida sin patatas. Para empezar, sería imposible hacer nuestra tortilla más internacional, ni la ensaladilla rusa, ni unas buenas revolconas, ni patatas guisadas, ni a lo pobre, ni rellenas, ni en puré. Tampoco sabríamos a qué saben las patatas alioli, ni las bravas. Menos mal que ahora no nos falta variedad. Hoy conocemos las patatas de Adra.