Capítulo 1255

La presencia de Asunción en casa de los Hernández Salvatierra supone un fastidio para Eulalia y una alegría para Almudena, que la considera una amiga. Miguel no ve con buenos ojos el acercamiento de su hermana con el hijo de los Salvatierra. La charla con Manolita ha convencido a Marcelino de que nada malo puede ocurrirle. Jaime sospecha que Miguel está detrás del chivatazo que provoca el despido de uno de los trabajadores más comprometidos de la fábrica. Celso encuentra dificultades para poner en pie el plan que acabará con la vida de Lorenzo Carreño. Juan Carreño consigue hacerse con una llave del despacho donde piensan llevar a cabo el envenenamiento. Cuando Trino explica a Felisa que Pelayo le ha dicho que Basilio ha hablado, se escucha un enorme estruendo y descubren que el trastero se ha venido abajo. Chelo se siente incómoda ante las miradas libidinosas de don Vicente. Luci le aconseja olvidarse de sus remilgos o no llegará muy lejos en el mundo del espectáculo.