Trinos en el desiertoFuga y marcha atrás25/04/2019
Es verdad que los seres humanos somos una caja de sorpresas, y con doble fondo si me apuran. Y no lo digo por los debates ni la acumulación de objetos y trucos de campaña. Es por un fugitivo austriaco que se ha entregado a la policía en Salzburgo alegando que estaba ya cansado de vivir en Tenerife y que echaba de menos su país. Le han devuelto a la cárcel.