A partir del 1 de enero de 2026 cerca de 33 millones de vehículos españoles deberán llevar obligatoriamente una baliza V16 conectada para señalizar una emergencia en carretera. Los tradicionales triángulos de preseñalización dejarán de ser válidos definitivamente.
Esta medida, impulsada por la Dirección General de Tráfico, busca mejorar la seguridad de los conductores al evitar que tengan que salir del coche en vías de alta velocidad para colocar los triángulos. Una maniobra que cada año provoca atropellos y situaciones de alto riesgo. Sin embargo, el 65 % de los conductores españoles desconoce esta norma y solo un 8% ya ha adquirido este dispositivo de emergencia conectado a la DGT 3.0, según un estudio realizado por OSRAM.
Este es el caldo de cultivo perfecto para la desinformación, los bulos, y enconadas batallas dialécticas en redes sociales entre partidarios y detractores de la V16 conectada.
Carlos Garrido, sales manager de OSRAM, y Orestes F Serrano, responsable de relaciones institucionales en la Fundación Española para la Seguridad Vial -FESVIAL- analizan las luces y las sombras que rodean a la V16 IoT a pocas fechas de la entrada en vigor de su obligatoriedad en España.
