El 6 de abril de 1922, en París, Albert Einstein y Henri Bergson debatieron públicamente sobre el concepto del tiempo, lo cuenta Jimena Canales en su libro "El físico y el filósofo", Einstein consideraba que la teoría del tiempo de Bergson era una noción psicológica y superficial, irreconciliable con las realidades cuantitativas de la física, Bergson argumentaba que el tiempo no debía entenderse exclusivamente a través de la lente de la ciencia. Aquel intenso debate transformó nuestra comprensión del tiempo e impulsó una brecha entre la ciencia y las humanidades que persiste en la actualidad. Pero casi un siglo después son muchos los que como Canales reclaman acabar con esa división entre ciencia y humanidades, entre física y filosofía. En lugar de apoyar a Einstein o a Bergson, podemos asumir, escribe, que nuestro universo está repleto de relojes, ecuaciones y ciencia, tanto como de sueños, recuerdos y humor, que no hay ciencias y letras, que, como nos recordaba Juan Fueyo, la arquitectura del mundo son átomos y cuentos, física e ideas, fuego y artificios, hechos y metáforas. Con el objetivo de iluminar esa tercera cultura encendemos cada semana el fuego de la cueva, hoy despedimos esta temporada de radio rescatando los consejos evolutivos de los grandes sabios que nos han visitado. Volveremos en septiembre, a este lugar donde se unen las cuentas y los cuentos, donde las preguntas son más importantes que las respuestas, donde los grandes sapiens nos abren caminos de conocimiento. Sois la mejor tribu de oyentes de la historia de la humanidad, feliz verano.