Nuestro viaje por el mundo de la interpretación nos lleva hoy fuera de nuestro estudio de la radio. Wladimiro Matrín Díaz nos recibe en su casa, gracias al inestimable esfuerzo de nuestro intrépido reportero Juan Luis Martínez. En su charla, descubrirás qué requisitos ha de tener un buen intérprete de violín, de viola o de piano (Wladimiro domina los tres aunque le quite importancia) o cómo era formarse musicalmente durante aquella España de posguerra en la que hubo que volver a inventarlo todo, porque no había de nada. Nada, no. Allí estaba Wladimiro y sus maestros, dispuestos a poner los cimientos de lo que hoy es nuestro panorama musical, afortunadamente, mucho más halagüeño. Pasa y descubre una historia de amor a la música, que va desde un pequeñín al que le construyeron un violín con algunas maderas para que jugara hasta la leyenda en que acabó convirtiéndose.
