Estamos en Semana Santa, pero no todos los tambores acompañan a las procesiones convencionales. Hace dos días, en Barcelona, desde la Plaza de Cataluña hasta la de San Jaume tuvo lugar un especial paso, también dramático, también lento, también con costaleros, y con un mártir: el planeta Tierra. Lo desarrolló el movimiento Extinction Rebellion, que esta semana en todo el mundo intenta hacerse oír a golpe de acciones no violentas. En Londres ya han detenido a 300 personas. Quieren la verdad sobre la crisis climática y que los gobiernos actúen de forma contundente. Al igual que otro movimiento, el liderado por los jóvenes de Fridays For Future, que hace un mes llamaron a la huelga general escolar y que preparan nuevas movilizaciones para la próxima semana. Mientras tanto otra chispa se ha encendido, el de las Madres por el Clima, que claman por la salud de sus hijos.