Con una tecnología omnipresente en nuestras vidas, Bolivia mira al futuro y tiene en las mayores reservas de litio del mundo como un elemento con el que dar un nuevo salto en el desarrollo del país. Un mineral que es fundamental para la fabricación de baterías y en el que el gobierno tiene puestas grandes esperanzas de futuro. Ningún estado del mundo tiene más litio por explotar que Bolivia gracias a los salares que almacenan reservas de 23 millones de toneladas de litio. A pesar de este potencial, de momento apenas ha logrado producir 3.500 toneladas en 2024, lejos de las 86.000 toneladas de Australia que lidera el mercado. El litio es ya estratégico y el gobierno buscar una estrategia de industrialización que sueña incluso con fabricar sus propias baterías. Ya ha firmado contratos de explotación con empresas públicas de China y Rusia en un procedimiento criticado por colectivos sociales. Hablamos con el viceministro de Energías alternativas, Álvaro Arnez y con el presidente del muy crítico Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), Alberto Pérez. También con el investigador del Centro de Investigación y Documentación de Bolivia, Gonzalo Mondaca que nos expresa sus dudas sobre el impacto económico y ambiental.