El año 2025 termina como empezó: con las declaraciones de Donald Trump en las que habla de hacerse con el control de Groenlandia y el rechazo internacional y de la población groenlandesa, que aspira desde hace tiempo a su independencia. En diciembre ha anunciado el nombramiento de un enviado especial para la isla. Durante estos doce meses el Ártico se ha convertido en un pequeño tablero en el que se han trasladado las rivalidades entre potencias y los movimientos en la geopolítica mundial. Por un lado Rusia y China, por otro Estados Unidos intentando frenar su expansión en la zona y por último Dinamarca y la Unión Europea que han quedado relegadas a un segundo plano y ninguneadas, como ha quedado reflejado en la Estrategia de Seguridad Nacional estadounidense.
