Después de publicar su segundo elepé, “Voodoo”, el año 2000, D´’Angelo vivió un largo período de inactividad, marcado por el alcoholismo, la dependencia de drogas sintéticas y los problemas con la justicia. Reapareció en 2014 con su tercer álbum, “Black Messiah”, acreditado a D’Angelo and The Vanguard. Fue quizá el más sincretista, ambicioso y valiente de sus trabajos, un disco de canciones tenebristas, magnéticas, como “Betray My Heart”, una maravilla que te hace sentir añoranza de los viejos buenos tiempos del soul.
Lo último que grabó D’Angelo fue la deslumbrante y neoclasicista “Unshaken”, gema publicada en 2019 para la banda sonora de un famoso videojuego, una melodía melancólica y atmosférica, producida por Daniel Lanois, con un toque del soul pantanoso de Nueva Orleans.