Sin duda, Derek and the Dominos fueron la mejor banda jamás capitaneada por Eric Clapton y una de las mejores de la historia del rock. Con Carl Radle (bajo), Bobby Whitlock (teclados) y Jim Gordon (batería). Un milagro que se inmoló en un único maravilloso álbum doble, Layla and other assorted love songs, según los cánones del rock and roll way of life: «Nos manteníamos comiendo fritanga y un cóctel de alcohol y drogas, sobre todo cocaína y Mandrax. Las Mandies eran unas pastillas para dormir muy fuertes, pero en vez de dejar que nos hicieran efecto, lo contrarrestábamos esnifando cocaína y eso creaba un subidón único. Solo Dios sabe cómo nuestros cuerpos pudieron soportarlo». Antes, habían debutado con el single “Tell the truth”, una descarga de puro soul de Memphis