La senadora de Ciudadanos, María Ponce, nos revela que el momento más embarazoso de su carrera política fue “defender una propuesta que había preparado cinco minutos antes” porque le tocó “sustituir a un compañero”. En el Rincón de Parlamento reconoce que acepta las críticas que siempre apuntan a que habla “demasiado rápido” y a que es “demasiado vehemente”, lo que le ha llevado a ganarse alguna mirada rara en la cámara alta. Ponce añade que la afición para la que nunca saca tiempo es aprender a montar en moto y que le encantan los idiomas. Estudió la carrera de turismo y habla inglés, francés y portugués. La senadora liberal tiene un viaje pendiente a Estados Unidos, algo que ha pospuesto por su maternidad, y que esperamos que haga pronto.
