La globalización y la incorporación de millones de ciudadanos a los mercados globales ha producido un importantísimo incremento del transporte marítimo. En medio de la pandemia, el sector de la logística marítima ha resistido, pero hemos asistido a dos efectos indeseables de ese aumento de la demanda: el alza de precios con la llamada crisis de los contenedores y la constatación de cuellos de botella que afectan a toda la cadena de distribución de mercancías.
Maruxa Heras García, jefa de estudios de la asociación española de navieros, una entidad que se ha marcado el reto de controlar y reducir al máximo las emisiones, nos explica que existen muchos proyectos para convertir a España en una potencia logística y que es necesaria una inversión en la accesibilidad a los puertos.
