MiniaturasPolvo de la simpatía09/08/2012
La más pintoresca de las soluciones para establecer la longitud de un navío en el mar era la del perro herido que vio la luz en 1687. Se basaba en un remedio de curandero denominado polvo de la simpatía. Este polvo milagroso descubierto por Kenelm Digby podía supuestamente curar de lejos. Lo único que debía hacerse para desencadenar los poderes mágicos era aplicarlo a un objeto perteneciente al enfermo.