Ya ha ocurrido en otras ocasiones: juezas señaladas por dedos machistas. Voces que hablan de su ropa, su aspecto y que soportan campañas de difamación por ser mujeres. El último caso es el de la jueza de Catarroja, que instruye la causa penal de la dana del 29 de octubre en Valencia.
A Nuria Ruiz Tobarra se le ha cuestionado cada paso desde las defensas y desde medios de comunicación, se ha dicho que si tiene ayuda de su marido para instruir la causa y se han hecho fotos de ella y su familia. Las magistradas advierten que esto no es extraño, ya que la justicia no es inmune al machismo. "Esto descansa en un viejo estereotipo que es la inferioridad intelectual de las mujeres", explica Gloria Poyatos, presidenta de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. A la fiscal Susana Gisbert también le pasó: "Llegó a hacerse una cuenta en redes sociales con mi nombre. Se le condenó por acoso y un delito de odio". Hay imputados que, dicen, rechazan tener una abogada mujer. "Mujeres que son cuestionadas por ser mujeres", nos cuenta nuestra compañera Alba Urrutia.