Wafa quiere alzar la voz y abrir los ojos de la sociedad, porque la violencia de género, insiste, empieza de manera muy sutil
Wafa tiene 38 años y lleva once en silla de ruedas. Su expareja intentó asesinarla y ella hoy, dice, está viviendo su propia vida. "He vivido más cosas en silla que toda mi vida de pie. Me he ido a conciertos sola, he viajado con un grupo de amigas. Para mí ha podido mucho más una violencia de género que una discapacidad. Porque con la silla de ruedas eres libre. Sin embargo, con un maltratador no eres libre", cuenta Wafa.
Quiere alzar la voz y abrir los ojos de la sociedad porque la violencia de género, insisten, empieza de manera muy sutil: "No te vayas con esa amiga. Cómo tienes que ir vestida, con quién puedes juntarte...", explica en RNE. "Llegó un punto que dije 'hasta aquí'. Saliendo del gimnasio me pilló y me disparó", cuenta Wafa. No tiene movilidad del cuello para abajo a causa de la lesión medular que le produjo el disparo de su expareja: "Necesito ayuda para todo. Para ducharme, para vestirme, para levantarme, para comer...", nos cuenta. La acompañamos a sus clases de pintura, donde hace cuadros que pinta con la boca: "Es como expreso mi arte. Al principio era como para entretenerme. Hoy en día es un desahogo. Dibujaba como los niños pero me he sorprendido de lo que puedes llegar a hacer". Un trabajo de Alba Urrutia. 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
