La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, cree que hay un proceso de degradación constante que hace bajar mucho el nivel de los debates en la Cámara: “Creo que es una mala noticia para la política y el parlamento. La política es negociación y capacidad de llegar a acuerdos”. Batet dice que esa ola de crispación que está, por ejemplo, en redes sociales como Twitter, se traslada a la calle y también al Parlamento: “No podemos estar supeditados al anonimato de las redes. Me preocupa la institucionalidad del país. Es una de mis responsabilidades y yo quiero honrar la cámara”. Y añade: “No puede ser que la gente joven se sienta ajena a lo que pasa en la Cámara de los representantes”. No cree que la solución esté en las sanciones o en una reforma del reglamento, siempre que queden claras ciertas cosas: “Lo que es importante es que se tenga muy claro que las decisiones de las presidencia, mientras se está moderando el debate, se tienen que atacar y no pueden ser discutidas”. En todo caso, Batet confía que su mensaje de ayer al inicio del pleno caló: ”Tras mis palabras, todos arrancaron a aplaudir. Creo que hay voluntad a atender esa preocupación”. Con respecto al futuro de la Cámara y el problema que plantea el PP con el voto, dice que ella quiere avanzar hacia la total presencialidad, pero que se actuará en base al consejo de los expertos: “El parlamento es presencialidad. Que los diputados se conozcan, se relacionen entre ellos. Se humanizan. Sabes algo de su vida, conoces sus circunstancias, pero hay que ser prudentes”.