A lo largo de toda la historia, el ser humano ha tratado de conocer su futuro. La incertidumbre, la inseguridad y el miedo ante lo que vendrá, lo que nos podrá poner en peligro, nos ha hecho acudir a magos, visionarios y profetas para intentar estar preparados. Y si hay un momento del año en el que los astrólogos y futurólogos viven su “momento de gloria” ese es el fin de año: igual que nosotros leemos nuestro horóscopo en la prensa aunque no nos lo creamos, muchos programas tienen la debilidad de invitar al vidente famoso de turno para preguntarle qué nos deparará el año nuevo.
Son obligatorias las preguntas sobre la economía y la política nacional e internacional; también, sobre las catástrofes y desastres varios. No suelen faltar tampoco los vaticinios sobre quién ganará la Liga, el Mundial o la competición que toque ese año. Lo que no es tan normal es el cuestionario que Pedro Vidal le realizó al Mago Félix en su programa Perfil humano de un personaje en 1980: le hizo las preguntas de rigor, pero también otras peculiares o, directamente, extravagantes, a las que el astrólogo respondió como si de un sociólogo se tratara.
Un cuestionario exhaustivo al que cualquiera que viese la tele, escuchara la radio, se diera de vez en cuando una vuelta por cualquier bar y, sobre todo, tuviera dos dedos de frente podría haber respondido con un elevado porcentaje de acierto… Por lo menos, no vaticinó el comienzo de la Tercera Guerra Mundial, algo con lo que todos los años algún vidente nos castiga…
