El 7 de agosto de 1979 se celebraba en Madrid una reunión entre los representantes de la Generalitat provisional y el Gobierno central que terminaría al mediodía con un acuerdo histórico sobre el texto final del Estatuto de Cataluña.
Pero la fecha, que debía haberse recordado con alegría, ha pasado a la historia como un día trágico: poco después de las 9.30 de la mañana se declaraba en Girona el incendio forestal más mortífero de España desde que se tienen registros. A esa hora, varios focos, separados unos cientos de metros entre ellos y provocados por la mano de hombre, comenzaban a arder en el Puig Ventós, una zona situada en la carretera entre Vidreres y Lloret de Mar.
Se trataba de un lugar muy arbolado, salpicado de urbanizaciones recientes, que ardió rápidamente. Muchos de los habitantes de estas urbanizaciones y otras personas que estaban de acampada, ante la tardanza de los bomberos (llegaron en torno a las 11 de la mañana, cuando el incendio ya se había descontrolado), comenzaron a huir en desbandada.
El trágico balance de víctimas en las primeras horas fue de veintidós, muchas de ellas menores, además de un herido de gravedad. Todos cerca de la carretera por la que intentaban escapar.
Como suele suceder en estos casos, las autoridades no tardaron en llegar. Entre ellas, el President de la Generalitat provisional, Josep Tarradellas, muy afectado, que pudo constatar la falta de medios pero, sobre todo, la descoordinación con la que actuaron. Y tomó nota: en 1980 creó la Direcció General de Prevenció i Extinció d’Incendis, que concentraría todos los medios hasta ese momento dispersos.
El registro sonoro que puedes escuchar es un compendio de diversas crónicas del incendio en las que se escuchan declaraciones (por este orden) del Ingeniero de montes del ICONA Luis Mataix Martín, de Josep Tarradellas, de Josep Donadeu (Gobernador Civil de Girona) y de los Ministros de Sanidad, Juan Rovira Tarazona, y de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa.