1975 fue declarado por la ONU como Año Internacional de la mujer, un paso más en el esfuerzo de Naciones Unidas para promover la igualdad de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo iniciado prácticamente desde su fundación: así, ya en 1946 crea la Subcomisión sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres dependiente de la Comisión de Derechos Humanos presidida por Eleanor Roosevelt.
Otros hitos de este empeño son la creación en 1949 de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, la Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1967 (declaración de derechos humanos que establece qué acciones deben tomarse para acabar con la discriminación a la mujer) o la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, tratado internacional adoptado en 1979.
Tanto trabajo durante tantos años parece responder una realidad: la discriminación que sufre la mujer con respecto al hombre. El hecho parece claro y reconocido por todas y todos. Eh… ¿seguro? Mientras a lo largo de mundo se celebraban actos con motivo del Año Internacional de la Mujer, en 1975 en España se publicaba el libro El varón polígamo, escrito por la autora germano-argentina Esther Vilar. La obra, junto que con la anterior de Vilar El varón domado, estuvo en los primeros puestos de ventas de los libros de no ficción (o de "pensamiento", como los denominaba un periódico de la época) durante semanas.
Esther Vilar estuvo en España para presentar su libro: José Luis Agudo en su programa Oficio de escritor le realiza una larga entrevista emitida en cinco capítulos en la que desarrolla ampliamente su tesis de que el que está discriminado es el hombre, no la mujer. La autora, muy combativa en defensa de su postura, llegó a emitir un manifiesto de protesta que dirigió a las Naciones Unidas con motivo del Año Internacional de la Mujer.
El documento sonoro es largo, pero no tiene desperdicio de principio a fin.