Historias de feLa ética del yo14/09/2025
Cuanto más egocéntrico era, más importante me consideraba y más argumentos intelectuales tenía contra la existencia de Dios - cuenta Zunker, que a los veinte años ya era un ateo acérrimo.
Cuanto más egocéntrico era, más importante me consideraba y más argumentos intelectuales tenía contra la existencia de Dios - cuenta Zunker, que a los veinte años ya era un ateo acérrimo.