Violín rojo, teclas de marfil y una sirvienta que ríe

Entre guerras dinásticas y palacios a medio construir, Europa vuelve a mirar hacia Italia: allí donde el violín aprende a volar, Stradivari pule su barniz milagroso y Vivaldi convierte la emoción en acrobacia roja. Corelli inventa el diálogo orquestal, Locatelli roza lo imposible y Pergolesi hace reír… Mientras tanto, un florentino llamado Cristofori crea un teclado capaz de hablar en voz baja y en voz alta: el pianoforte. Entre virtuosismo, óperas napolitanas y sirvientas que se sublevan cantando, nace el siglo XVIII musical. Y Europa —otra vez— vuelve a latir al compás de Italia.