Nuestro sistema productivo y forma de vida en los países desarrollados en el siglo XX ha llevado a un deterioro del medio ambiente que se ha acelerado de tal modo, que la supervivencia de especies, determinados hábitat, y de los humanos en ciertas partes del mundo –desérticas; islas; zonas árticas…etc.-
Los gobiernos se están poniendo las pilas en los últimos años para facilitar una transición verde del sistema productivo y la forma de vida.
En 2015, el acuerdo de Paris comprometió al mundo a tomar medidas para evitar, antes de 2030, que la temperatura media del planeta se eleve más de un grado y medio –respecto a la era preindustrial-, y desde luego se mantenga por debajo de un incremento de dos grados, un límite que los científicos consideran de no retorno.
Cada año, la COP revisa cómo está la situación, en base a los informes nacionales tanto de diagnóstico, como de evolución de los planes de prevención y de transición a una economía verde.