La madrugada del 14 de mayo de 1589, durante el cerco inglés a La Coruña, una mujer se alzó sobre la muralla con una pica en la mano. Su marido acababa de caer y ella, en un gesto decisivo, derribó de un golpe al abanderado enemigo y lanzó un grito que cambió el rumbo de la defensa: "Quien tenga honra que me siga". Era María Pita, la coruñesa que convirtió la resistencia de su ciudad en una lección de coraje y dignidad de todo un pueblo.
Su fama nació aquel 14 de mayo, cuando la muralla fue finalmente penetrada y soldados y vecinos, incluidas centenares de mujeres, defendieron la ciudad con agua hirviendo, piedras y armas improvisadas. La vida posterior de María Pita fue igual de combativa: viuda en varias ocasiones, con numerosos pleitos judiciales para proteger sus bienes, incluso viajando hasta la corte para defender su causa. Su nombre quedó ligado al valor ciudadano y al espíritu de Galicia. En su historia nos detenemos en “Guerreras españolas en la Historia”, junto a la filóloga y escritora Ana Morilla.
