Sanzoles ha sido, un año más, el primer municipio zamorano en dar el pistoletazo de salida a las mascaradas de invierno con la celebración del Zangarrón, uno de los ritos más antiguos y singulares de la provincia.
Desde primera hora de la mañana, el personaje ha recorrido las calles del pueblo con su característico traje de cuadros, mandil de vivos colores y cinturón de cencerros. Armado con una vara rematada con vejigas de cerdo hinchadas, el Zangarrón ha corrido tras los jóvenes en la plaza de la iglesia y la calle Zamora, en una escena que se repite cada año coincidiendo con la procesión de San Esteban.
El Zangarrón de Sanzoles está declarado Fiesta de Interés Turístico Regional y es considerado una de las figuras más representativas de las mascaradas zamoranas. Su salida marca el inicio de los doce días mágicos, un periodo en el que distintos pueblos de la provincia recuperan personajes y rituales invernales.