En "Un cuarto propio" Paz Pérez Encinas nos sitúa en el siglo XIX para hablar de Harriet Taylor y Stuart Mill, dos filósofos que lucharon juntos por el derecho a la educación de la mujer y la igualdad jurídica. Taylor, una intelectual feminista y socialista en plena época victoriana, y Mill, más conocido por su vertiente política, abordan en su obra conjunta "El sometimiento de la mujer" lo que denominan la servidumbre legal de las mujeres. Casarse, sostienen, es entregarse a un amo, que también va a ser amo de sus posesiones. El problema, aseguran, es que a a la mujer se le ha dado una educación deficiente.
Ambos recogerán en Inglaterra la esencia de los movimientos sufragistas de Estados Unidos iniciando así la segunda ola de feminismo que queda concretada en "La Declaración Seneca Falls" de 1848. Harriet Taylor criticará claramente que el sufragio universal se llame así, cuando la mitad de la especie humana -argumenta la pensadora- permanece excluida.