El médico especializado en neurobiología y experto en ética Alfred Sonnenfeld lo tiene claro: ser bueno en la vida cambia nuestros genes y nos protege. Su libro "Liderazgo ético. Cómo influir con el ejemplo" (Ed. Espasa) es un viaje a los clásicos, a los valores, a la ética del ser humano y al análisis del verdadero sentido de la vida.
En una charla sosegada y de una gran profundidad filosófica, Sonnenfeld explica cómo liderar con ética, amor y ejemplo. En este sentido, recuerda a Sócrates como el líder que consiguió armonizar ética y estética. "Cuando no hay esa armonía -dice- hay claudicación". Lo que cuenta en la existencia- sostiene el teólogo- es alcanzar una vida lograda; hablamos de la virtud, del actuar ético, de la eudaimonía aristotélica. Es la ética en primera persona en la que el sujeto actúa desde dentro. El buen líder aspira a ello e inspira a que sus colaboradores también alcancen esa plenitud vital. Para ello, asegura, hay que conseguir que las metas sean las mismas en el sistema basal, la cabeza y el corazón.
Para nuestro invitado, un buen líder es aquel que actúa con prudencia, que es noble, que se muestra esperanzado, que actúa en sintonía de corazones, que adquiere las mejores habilidades técnicas y las pone al servicio de los demás. Es esa persona atrayente, íntegra, que contagia ilusión y que toma decisiones éticas.
Sonnenfeld nos recuerda que las virtudes morales se adquieren por repetición y repasa algunos nombres de personas coherentes que han hecho el mundo mejor, como Oskar Schindler o San Maximiliano María Kolbe, el sacerdote héroe de Auschwitz que sacrificó su vida para salvar la de un padre de familia.
Hablamos de la filosofía de Hannah Arendt y de las críticas que recibió por su teoría de la "banalidad del mal", de Albert Camus y de cómo un buen modelo ético salvó su vida, y de cómo identificar en las empresas al pseudolíder hipócrita que no reconoce sus incoherencias.
Cierra el programa Vico quien, en línea con la entrevista del comienzo, y tal y como cuenta en algunos de sus libros como "Ética para desconfiados" (Ed. Ariel) nos habla de la confianza como el pegamento social que ha hecho posible la supervivencia de nuestra especie. Aludiremos a la filosofía de Aristóteles y Victoria Camps.
