Mercedes Domínguez, responsable de la Confederencia Intesindical Galega (CIG) en O Porriño ha confirmado en el Informativo 24 Horas que Teresa, la trabajadora social asesinada presuntamente por el marido de la mujer a la que cuidaba, había denunciado ante la empresa la situación de acoso que había vivido en ese domicilio y la empresa, sin embargo, le dijo que tenía que ir a trabajar.
"La empresa reconoce que tuvieron un contacto con ella por la mañana y que ellos estimaron que la situación no era de riesgo", ha asegurado Domínguez que sostiene, además, que este tipo de situaciones de acoso a las trabajadoras se repiten con mucha frecuencia, pero ni la empresa ni la consejería ponen medidas para solucionarlo. "Recibo un montón de consultas de trabajadoras que están siendo acosadas en domicilios y siempre se las convence para que cambien de usuario. El problema es que mandan a otra trabajadora con idénticas condiciones y sin advertirle del peligro al que se enfrentan. Hay cientos de estos trabajadores que están sufriendo ansiedad, depresión, lesiones por el trabajo de atención a dependientes en sus domicilios". Domínguez pide que se paralicen todos los servicios hasta que se tomen las medidas necesarias. "Tenemos que proteger a las trabajadoras".