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Música

La tradición musical valenciana: "Es un gusanillo que te crece por dentro y del que no te puedes deshacer"

  • 8 miembros de la familia Cleries-Jiménez tocan algún instrumento de forma profesional o como aficionados
  • En la Comunitat Valenciana hay 547 sociedades musicales con cerca de 50.000 músicos federados

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La música es una tradición que ha contagiado a varias generaciones de los Cleries Jiménez
La música es una tradición que ha contagiado a varias generaciones de los Cleries Jiménez PACO ALONSO / RTVE COMUNITAT VALENCIANA

Vicente Cleries es padre de familia, ya jubilado. Lleva tocando el trombón más de 50 años. Su mujer, Margarita Rodríguez, aprende música desde hace poco más de 5. Los hijos de ambos, Adrián y Borja, también son trombonistas.

Mari Carmen Cleries, hermana de Vicente, fue profesora de solfeo y toca el oboe. Su marido, José Ramón Jiménez, escogió el saxo. Y las hijas de ambos, Raquel (trompa) y Míriam (violoncelo), al igual que Adrián, se dedican profesionalmente a la música.

Son ocho miembros de la misma familia vinculados, bien como afición o bien como forma de vida, a la música. Es solo un ejemplo de su implantación social, en sus múltiples formas, en la Comunitat Valenciana.

Vicente Cleries toca el trombón desde los 13 años y la música ha formado parte de su vida

Vicente Cleries toca el trombón desde los 13 años y la música ha formado parte de su vida RTVE COMUNITAT VALENCIANA

Vicente y Margarita

“Teniendo 12 años, mi padre me dijo: para estar en la calle, ¿por qué no te apuntas a la banda? Pues vamos a probar”. Así narra Vicente, de 65 años, sus inicios en la música, en la banda de la Unió de Pescadors, una formación casi centenaria en el barrio del Cabanyal, en Valencia. “A los 18 me busqué una orquesta de baile, y estuve varios años. Nada más terminar la mili, me metí en la Orquesta Valencia, grabamos 2 discos con Manolo de la Calva, del Dúo Dinámico, como productor. Estuve 7 años de profesional”. Fue el germen de una pasión que se ha extendido varias generaciones.

A su lado, desde (casi) siempre, Margarita Rodríguez, con 61 años. “Conocí a mi marido cuando ya estaba en la banda, a los 14 o 15 años. Me junté con él y como siempre le ha gustado tanto la música, siempre he estado con él allá donde haya ido”, recuerda.

Como mi hijo está dando clases, pues me dije: 'voy a intentarlo yo también'

Así pues, la música siempre ha estado presente en casa de los Cleries Rodríguez. Tanto es así que, a los 55 años, Margarita decidió dar el paso. “Como mi hijo está dando clases, pues me dije ‘voy a intentarlo yo también’. Me da clases de trombón y voy a la banda sénior”. Asegura que tendría que haberlo cogido antes. “Si la gente sabe, ¿por qué no voy a saber yo?”.

Borja, Raquel, Míriam y Adrián (de izquierda a derecha) han seguido con la tradición musical en la familia

Borja, Raquel, Míriam y Adrián (de izquierda a derecha) han seguido con la tradición musical en la familia RTVE COMUNITAT VALENCIANA

Adrián y Borja

“Cuando tuve a mi primer hijo, en seguida le hicimos socio de la banda”, cuenta Margarita. “Como su padre tocaba el trombón, él también quiso”. Ese primer hijo es Adrián Cleries. Hoy tiene 36 años y su madre le define, emocionada, como un apasionado de la música. “No piensa en otra cosa. Es profesor y toca en cualquier orquesta, en cualquier sitio. Todos los días ensaya, todos los días toca… vive para la música, no le des otra cosa”.

Todos los días ensaya, todos los días toca… vive para la música, no le des otra cosa

Unos años después de Adrián, llegó Borja (29). Y, para sorpresa de nadie, también eligió el trombón. “Empecé estudiando solfeo con mi tía en la banda, y luego entré en el conservatorio José Iturbi de Valencia. Allí hice el grado elemental y el grado medio”. Y explica que nunca tuvo la intención de elegir otro instrumento. “Tuve la suerte de poder entrar al grado elemental con el trombón, porque no siempre es posible, dependiendo de las plazas que haya”.

Con todo, a diferencia de su hermano Adrián, que vive de la música, Borja se lo dejó al terminar el grado medio, y estudió ingeniería de telecomunicaciones en la Universitat Politècnica de València. Hoy sigue tocando en la banda de la Unió de Pescadors.

La vida de músico es bastante sacrificada

“La vida del músico es bastante sacrificada”, reivindica. “Cuando estás estudiando el grado elemental y grado medio, lo tienes que compaginar con el colegio e instituto. Hay que dedicarle muchas horas al día al trombón, pero también asignaturas de historia de la música, análisis…”. Y asegura que ese sacrificio le permite estar más centrado en el resto de estudios, “en lo que importa más en ese momento, que no es otra cosa que aprender”.

Mari Carmen Cleries (primera por la derecha) toca el oboe durante un ensayo de la banda

Mari Carmen Cleries (primera por la derecha) toca el oboe durante un ensayo de la banda RTVE COMUNITAT VALENCIANA

Mari Carmen y José Ramón

Si en casa de Vicente y Margarita la música es un miembro más de la familia, ocurre lo mismo en el domicilio de Mari Carmen Cleries, hermana de Vicente, y su marido, José Ramón Jiménez.

Muchos de los músicos actuales de la Unió de Pescadors han pasado por mis manos

“Yo no me dedico a la música profesionalmente”, comenta Mari Carmen. “Trabajo en un hospital, pero puedo decir también que la música es mi vida. Estuve en la banda (Unió de Pescadors) dando clases unos años y muchos de los músicos actuales han pasado por mis manos”.

Entre ellos sus sobrinos, Adrián y Borja. O su marido, José Ramón, que cuenta que “empezamos a salir con 17 años y tenía 2 opciones: o ir detrás de ella en la banda… o ir junto a ella. Empezó a darme solfeo y más tarde el director que había entonces, Manuel Romero, me dio el saxo barítono… y hasta ahora”.

Ahora pueden divertirse y al mismo tiempo aprender

La educación musical, por tanto, ha sido muy importante en la trayectoria de los Cleries. “Hay que enseñar un poco jugando”, comenta Mari Carmen. “Antes era más pesado, el solfeo, repetir los libros… ahora es más fácil con las pantallas, que interactúan con los libros… ahora pueden divertirse y al mismo tiempo aprender”.

Y asegura que, en su trayectoria, ha visto a gente dejar la música y volver al tiempo. “Es un gusanillo que te va creciendo por dentro y que no te puedes deshacer de él”.

Seis de los ochos miembros de la familia Cleries Jiménez que tocan algún instrumento o se dedican a la música

Seis de los ochos miembros de la familia Cleries Jiménez que tocan algún instrumento o se dedican a la música PACO ALONSO / RTVE COMUNITAT VALENCIANA

Míriam y Raquel

Mari Carmen y José Ramón también trasladaron su pasión por la música a sus hijas mellizas, Míriam y Raquel. “Siempre digo que desde el minuto cero, mi hermana melliza y yo nos hemos criado en la música”, revela Raquel. “Primero a raíz de mi abuelo, luego mi madre… nos introdujeron en la música. Desde que estábamos en la barriga siempre escuchando la banda, el ambiente…”.

Desde el minuto cero, mi hermana melliza y yo nos hemos criado en la música

Ambas han elegido vincular su vida profesional a la música. Míriam toca el violoncelo y actualmente está en la orquesta de Barcelona, mientras que Raquel vive en Madrid. “Soy profe de trompa de conservatorio después de hacer unas oposiciones. Lo compagino con una vida bastante activa de trompista free-lance en diferentes orquestas”.

Cada vez hay gente más preparada, pocas plazas y cuestan mucho las convocatorias de las AAPP

No oculta que el ámbito profesional es muy duro y competitivo. Y destaca el nivel con el que llegan las nuevas generaciones. “Cada vez hay gente más preparada, pocas plazas, cuestan mucho las convocatorias de las administraciones públicas… como en todos los sectores. Pero al final, cuando algo te apasiona, no te importa echarle horas de estudio y de disciplina, aunque sean vacaciones”.

8 músicos en la familia de los Cleries-Jiménez

La tradición musical valenciana

Acompañamos a Vicente, Mari Carmen, José Ramón, Borja, Adrián y Raquel a un ensayo de su sociedad musical de siempre, la Unió de Pescadors. Es tarde, entre semana, hay fútbol en la tele… pero el local de ensayo está lleno.

“En 2026 cumplimos 100 años”, comenta Mila Parra, presidenta de la sociedad musical, todo un referente en el Cabanyal. Ensayan en “el casinet”, un edificio modernista, protegido y rehabilitado en 2019. “Somos 250 alumnos y más de 300 socios. Se vive un ambiente muy bonito, es como una familia, hay muchos niños pequeños, adolescentes, gente más mayor…”.

Yo es que para estar viendo la tele… prefiero irme a ensayar

Vicente corrobora a Mila: “Yo es que para estar viendo la tele… prefiero irme a ensayar. Hay mucha gente joven y hay muchas actividades, festivales, Fallas, Semana Santa…”.

En la Comunitat Valenciana hay 547 sociedades musicales y casi 50.000 músicos federados

En la Comunitat Valenciana hay 547 sociedades musicales y casi 50.000 músicos federados AGENCIA EFE / MIGUEL ÁNGEL POLO

En la Comunitat Valenciana hay 547 sociedades musicales y cerca de 50.000 músicos federados. Preguntamos por qué. “Tanto en los barrios como en los pueblos se han mantenido las bandas”, reflexiona Borja Cleries. “Ir a la banda es parte de ocio, del entretenimiento que tienen los jóvenes. Aquí siempre se ha incubado estudiar música, tocar en Fallas, en diversos actos… hay gente que es profesional de ello y es un poco la tradición familiar, de pueblo, de barrio… que se mantiene con los años”.

Ir a la banda es parte de ocio, del entretenimiento que tienen los jóvenes en barrios y pueblos

Raquel profundiza en la idea, desde su perspectiva de valenciana afincada en Madrid. “Hay tal cantidad (de músicos) que muchos de nosotros acabamos intentándolo en el ámbito profesional: somos mucha gente para no tantas plazas”. Y reivindica que la profesión tiene más diversificación de la que pueda parecer. “Hoy en día parece que solo existan plazas de orquesta o solistas internacionales, pero hay muchísimos más sectores en la música: sonología, producción, docencia… hay muchas salidas”.

Ahora, desde fuera, le llama la atención que siempre se cruza con valencianos en otras bandas, orquestas o formaciones musicales. “Por ejemplo, en Madrid, en la Orquesta Nacional o la de RTVE, sobre todo en viento madera y viento metal, son casi todos valencianos. Al final es una cuestión de cantidad, si aquí hay tantísimas bandas, ¿de dónde si no van a salir?”.