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El armario de Almodóvar

Ver también: Especial La piel que habito

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Elena Anaya con vestido de Dolce&Gabbana y bolso Lady Dior.
Elena Anaya con vestido de Dolce&Gabbana y bolso Lady Dior.

La piel es el mayor órgano del cuerpo humano y el que más variaciones sufre a lo largo de nuestra vida. No solo las producidas por el paso del tiempo o la enfermedad también por caprichos, a veces inconscientes, como tatuajes o perforaciones. Pedro Almodóvar habla de sus defectos y sueña con una piel perfecta e indestructible para salvar al mundo. Pero además la mima como si fuera seda, la cose como si fuera algodón y la ciñe como si fuera cuero. De piel sabe mucho Jean Paul Gaultier, que firma gran parte del vestuario de La piel que habito.

Los diseños del francés destacan por su fotogenia. Es un experto en vestir a la mujer desnudándola a la vez y siente fijación por las curvas y el sexo, especialmente por el pecho. Sirvan como ejemplos el corsé de conos de Madonna o las tetas falsas de Victoria Abril en Kika. 

Y es que no es la primera vez que Gaultier y Almodóvar trabajan juntos. Se admiran y se quieren, son dos chicos malos a los que el éxito no ha anulado su lado canalla. El francés dio rienda suelta a su imaginación para el vestuario de Gael García Bernal en La mala educación. Su personaje, Zahara, se transforma en una saritísima con un diseño en tono nude (desnudo) con falsos pezones y un monte de venus de pedrería. La dirección del vestuario de esta película corre a cargo de Paco Delgado con el que repite ahora en La piel que habito.

Paco Delgado tiene una espacio único en Madrid, Corachan y Delgado, un templo vintage con joyas de Dior o Berhanyer. La tienda aparece en la película y sus vestidos tienen además mucho protagonismo en la trama. Pedro tan pronto los hace jirones como los llena de vida en el cuerpo de Elena Anaya.

El vestuario de las películas de Almodóvar

El vestuario de las películas de Almodóvar

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Almodóvar y la moda

La sensibilidad de Pedro Almodóvar y su conocimiento del universo femenino le hacen sentirse atraído y fascinado por la moda. El vestuario de Matador se lo encargó a Francis Montesinos. Los modelos de Marisa Paredes y Victoria Abril en Tacones lejanos son de Armani y Chanel, respectivamente. En Carne Trémula recurrió a Amaya Arzuaga y en La flor de mi secreto a la firma Max Mara.

Almodóvar se ayuda del vestuario para construir personajes. En La piel que habito Marisa Paredes no se siente en casa hasta que no se pone el uniforme de servicio y la hija de Antonio Banderas decide esconderse de los hombres bajo un amplio camisón.

En Mujeres al borde de un ataque de nervios la ropa perfila la personalidad de los papeles de Carmen Maura, Rossy de Palma, María Barranco y especialmente de Julieta Serrano que logra momentos estelares con un modelazo sesentero en rosa y blanco. La camisa que desencadena el drama en La ley del deseo, los pendientes de Marisa Paredes en el flashback de Tacones Lejanos o el vestido con cámara de televisión de Andrea Caracortada en Kika son ya iconos del universo Almodóvar.

La ropa y el color en el guion

El vestuario de Penélope Cruz en Volver marca sus curvas para recordar a las italianas Sofía Loren y Anna Magnani que inspiraron su papel. Pero el manchego utiliza también el color para moldear a sus personajes.  

El rojo es una de sus mejores armas y siempre está presente en secuencias inolvidables: Carmen Maura regada por un barrendero en La Ley del deseo. Penélope Cruz cayendo por las escaleras en Los abrazos rotos y Miguel Bosé haciendo el playback de “Un año de amor” en Tacones lejanos.

A Almodóvar le gusta vestir a la Marisa Paredes con el color de la pasión y lo luce en todas las películas, menos en Entre tinieblas que lleva hábito de monja. En Todo sobre mi madre va más allá y crea para ella el personaje de Huma Rojo. El rojo potencia el dramatismo cuando la actriz recrea a la madre lorquiana de Bodas de sangre:

“Cuando yo descubrí a mi hijo, estaba tumbado en mitad dela calle. Me mojé las manos de sangre y me las lamí con lalengua. Porqué era mía. Los animales los lamen, ¿verdad?Tú no sabes lo que es eso. En una custodia de cristal y topaciosPondría yo la tierra empapada por su sangre”. 

Aquí Huma Rojo se abre la piel sobre el escenario y ahora en La piel que habito repite el drama de una madre frente a la sangre de su hijo. Aunque en esta ocasión el rojo solo colorea sus ojos.