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'El Asco', la ciencia ficción surrealista de Grant Morrison

  • Es una de las grandes obras del guionista de cómics escocés
  • Narra un futuro controlado por una organización secreta

Por
Viñeta de 'El asco', de Grant Morrison, Chris Weston y Gary Erskine
Viñeta de 'El asco', de Grant Morrison, Chris Weston y Gary Erskine

Grant Morrison entró como un tornado en el cómic americano con Animal Man, lo puso patas arriba con su obra más celebrada, Los invisibles, y lo remató con El Asco (Las tres editadas por Planeta DeAgostini)

Una estupenda serie de ciencia Ficción (que ahora podemos leer de un tirón, en un sólo tomo) sobre un futuro no muy lejano en el que una organización secreta controla los destinos de la humanidad. Una continuación confesa de Los Invisibles pero llegando mucho más lejos argumental y estilísticamente.

En realidad el argumento parece sencillo: el protagonista es un hombre maduro que vive con su gato enfermo y al que sacan de su retiro porque, en realidad es un superagente de La Mano, una organización secreta con vastos poderes de manipulación de la realidad que elimina a todos los que sobresalgan o destaquen (Una organización que, en un principio se basaba en Shield, porque Morrison pensó en esta historia con Nick Furia como posible protagonista).

Tras algunas misiones en las que ejercen de jueces, jurados y verdugos, el protagonista se da cuenta de que no le gusta su trabajo, y sólo piensa en volver con su gato, cosa difícil porque le han sustituido por un sosias que vive su vida, para que nadie le eche de menos durante las misiones. Y, finalmente, se convierte en un problema que debe ser eliminado.

Un mundo absurdo, irracional y delirante

Pero, como en todas las grandes obras de ciencia Ficción lo importante no es la excusa argumental, que pronto alcanza cotas psicodélicas delirantes, sino el mundo futuro que construye Morrison, tan apasionante como desconcertante, y en el que todo es posible.

Un mundo absurdo, irracional y delirante. “El asco puede ser visto como una inoculación de desperdicios –Asegura Morrison- Inyecto los peores aspectos de la vida en las cabezas de mis lectores con una pequeña y humorística dosis de metáfora y simbología, en un esfuerzo por ayudarles a sobrevivir al torrente de repugnancia, horror y porquería al que estamos expuestos cada día, especialmente en las culturas occidentales caucásicas”.

De esta forma, por las páginas de El Asco desfilan la violencia, el egoísmo, la esclavitud, el poder, la pornografía, las desviaciones sexuales y la lucha del hombre por convertirse en Dios (O enfrentarse a él cara a cara) un tema recurrente en casi toda la obra de Morrison desde el encuentro de Animal Man con su creador (El propio Morrison).

Y es que no podemos olvidar que una gran parte del cómic americano, el de superhéroes, explora directamente esa posibilidad que Morrison lleva a sus extremos.

¿Podemos estar seguros de ser nosotros mismos?

Otro de los aspectos fundamentales del cómic, representado en el sosias del protagonista es el problema de la identidad. ¿De verdad podemos estar seguros de ser nosotros mismos? Sobre todo en un mundo futuro donde la manipulación mental está a la orden del día.

¿Es la realidad únicamente fruto de la percepción? ¿Tiene sentido la conciencia más allá de la propia personalidad?. Estas y otras muchas preguntas nos plantea Morrison al tiempo que explora, hasta sus límites, el género de la ciencia Ficción.

Mención aparte merecen Chris Weston y Gary Erskine –dibujante y entintador- que logran trasladar al papel las alocadas ideas de Morrison con imágenes impactantes y rompedoras, sobre todo sus espectaculares páginas dobles llenas de detalles. Destaca la ruptura de la cuarta pared, los personajes prácticamente se salen del cómic, aunque no para hablar con el lector.

“El Asco contiene el ingrediente activo metáfora"

También hay que destacar las portadas de Carlos Segura (incluidas en el libro) con un estilo minimalista de inspiración médica. Y es que Morrison compara La Mano con un sistema inmunológico cuyo cuerpo es la sociedad, y cuya temperatura normal es el Status Q, de forma que ante situaciones tales como fiebre (provocada por infecciones), el sistema inmune se movilizaría”.

Una obra tan desconcertante como apasionante, en la que el guionista escocés no ha dejado nada al azar. Si entramos en el mundo de Morrison no saldremos fácilmente de la maraña de metáforas que nos enreda. Y mucho menos indemnes. Y si nos quedamos disfrutaremos de una historia que responde a muy pocas preguntas, pero suscita muchísimas. Todas ellas igual de interesantes.

“El Asco contiene el ingrediente activo metáfora. Los pacientes que usen El Asco han de participar en la creación de contenidos significativos al interpretar los textos y las imágenes que han sido cargadas deliberadamente con significados y escalas múltiples y superpuestas” Grant Morrison