Sinopsis
La detención de Salvador y su aislamiento en el penal van a traer graves consecuencias para todos.
No sólo para el preso, que recibe maltratos constantes, sino para la madre, Amalia, que no entiende esa discriminación negativa contra su hijo y que teme que le aguarde la misma suerte que a Eusebio y está a punto de enfermar.
Pero sobre todo para el amor de Ángel y Victoria.
Victoria se entrega a la búsqueda de soluciones para el tema de Salvador y no duda en recurrir a Alicia para conseguir que al menos la familia de su amado pueda visitar a Salvador.
Alicia, que entra en la casa de los Márquez, a instancias de Victoria, que demuestra una vez más lo poco que le importan las críticas y los comentarios maledicientes, le promete que hablará con un antiguo amante, el mismísimo gobernador.
Pero Ángel descubre que la libertad, incluso la vida, de su hermano, está en manos de alguien mucho más cercano: el marqués de Castro. Se enfrenta a él para pedirle explicaciones, pero Gonzalo no tiene problema es destapar sus cartas: le quiere en el seminario, convertido en sacerdote y sin poder para influir sobre Victoria.
Pablo vive un momento de frustración personal, por lo que él cree la desconfianza de su hermana en su gestión de la mina, por el avance inexorable de Gonzalo en su territorio de poder. Y lo peor de todo: por el rechazo de sus obreros, esos obreros a los que él trata de defender.
Evidentemente son dos mundos opuestos con barreras infranqueables entre ellos, barreras que le explica el italiano filofascista que anda en tratos con Gonzalo y barreras reales pero más llevaderas en su relación con Encarna.
La joven obrera vive momentos de tensión cuando el patrono cierra momentáneamente su escuela para mujeres. La excusa, que han comenzado a incorporarse a las clases algunas de las chicas que trabajan en el prostíbulo de Alicia. Pero las prostitutas vencen las reticencias de las 'mujeres decentes' y el patrono tiene que ceder ante una Encarna que le planta cara sin rendirse.
El Marqués de Castro, al que parecen sonreír sus logros en los negocios, se enfrenta a los problemas habituales de su casa: su esposa está cada día más delicada de los nervios y requiere que Freire vuelva a ser su doctor de cabecera... Pero Freire también ha de recurrir a la sedación cuando ella pierde los nervios, casi siempre culpa de los celos. Ahora motivados por lo que ella considera 'un posible enamoramiento' de Gonzalo hacia Victoria.
Catalina se mantiene estoica al lado de una hermana que la maltrata recordándole sus ocultos orígenes. Aunque... aún no sabemos con qué fin... deja cerca de la cama de su hermana una muñeca como las que se utilizan en ciertos rituales de magia negra.
Y mientras Pablo se cree ignorado por todos, Victoria consigue salvar la situación de la mina restableciendo relaciones con los ingleses, logro que no pasa inadvertido para Gonzalo.
Pero lo que verdaderamente le importa a Victoria es su relación con Ángel y por ello, pese a los continuos sermones de Vicenta, acude a una cita con él, en el bosque, en el territorio de su relación, pero en lugar de palabras de amor Ángel sólo alcanza a explicarle que vuelve al seminario. Victoria se siente traicionada, dolida y vilmente traicionada. Porque no sabe que Ángel se ha visto obligado a ceder ante el chantaje de Gonzalo para salvar a su hermano, un chantaje que además... cuenta con el visto bueno de Don Enrique.
