La familia ha comprado un asistente de voz que tiene respuestas a todas la dudas de los habitantes de Bajo el sofá. Con ella, el grupo puede prescindir de Top: el asistente es igual de inteligente que ella, pero mucho más divertida.

Pato echa de menos la camaradería de su antiguo grupo de operaciones: las bromas, los saludos de colegas, etc. Sus amigos se dan cuenta y deciden montar un pequeño comando para que Pato pueda revivir los viejos tiempos. El problema es que no están a la altura.

Un grupo de objetos muy diversos e inservibles (una moneda, un juguete sin brazo, una foto olvidada, una galleta mordida, etc) encuentran una segunda oportunidad refugiándose bajo un sofá.

Una mañana, Mota se despierta y descubre que está sola en el salón. Todos sus amigos han desaparecido. La situación se alarga durante semanas, hasta el punto que Mota aprende a vivir sola. Pero sus amigos están mucho más cerca de lo que ella se imagina.

María ve en la tele un anuncio de un robot espacial hecho con objetos de plástico reciclado y decide tirarse a la basura para vivir aventuras espaciales. Nadie le ha dicho que ella no está hecha de plástico.

El padre y la madre de la familia se han peleado y el padre lleva días durmiendo en el sofá. Esta situación complica la vida del grupo, que se ven obligados a preparar un plan para que los padres hagan las paces.

Aparece una mancha en la pared de Bajo del sofá. Top ve una simple mancha de humedad, pero Selfie ve la cara de Laura y cree que se le aparece para pedirle ayuda. Los amigos buscarán la manera de interpretar el mensaje. Incluso recurrirán al espiritismo.

Rambo está averiada. Lo que debería ser una alegría para los habitantes de Bajo del sofá, se convierte en una preocupación cuando se dan cuenta del peligro que los padres compren una aspiradora nueva y más potente. Por eso, deciden arreglar a Rambo, su vieja enemiga.

Top presenta a sus compañeros a su hermana gemela malvada, Tap. Pero para el resto, Tap es encantadora y les cae estupendamente. Top se siente desplazada y empieza a plantearse si la malvada no será ella misma.

Han entrado a robar a la casa y se han llevado la tele y el dinero, pero no se han llevado la moneda de la Reina. Esto le provoca una crisis de autoestima y estará dispuesta a hacer cualquier cosa para aumentar su valor.

La Reina Penny ha desaparecido. ¿Se trata de un magnicidio? Pato inicia una investigación detectivesca para encontrar al culpable y descubre que más de un personaje tenía motivos para odiar a la Reina Penny.

En un lamentable accidente, Mota absorbe las cenizas del abuelo de la familia y, de forma extraordinaria, adopta su personalidad: ahora es el Abuelo-Mota. El resto del grupo tendrán que aprender a convivir con él.

Los amigos reprochan a Pato que sabe hacer más cosas que los demás porque es el único que tiene brazos. Pato quiere demostrar que no es cierto, así que decide quitárselos. Poco a poco, descubre que se puede vivir con menos cosas.

Pato recibe una carta de reclutamiento para unirse al ejército de EE. UU. La única manera de librarse es hacer un voluntariado social. Selfie y Top, por supuesto, se aprovechan de la situación y esclavizan a Pato.

Selfie cree que si alguien desea algo con mucha fuerza, lo consigue. Todos son escépticos, pero Top se deja convencer e intenta hacer realidad un sueño: convertirse en bailarina de claqué. Selfie hace todo lo posible para que Top cumpla su sueño, aunque para el resto sea un tormento.

María se ha enamorado de un vaso de leche. Selfie celebra el amor, pero el resto intenta sacarle la idea de la cabeza: si se sumerge en el vaso, se disolverá. Top tiene un plan: si no pueden conseguir que María se olvide del vaso de leche, intentarán que el vaso de leche se olvide de María.

María descubre que, entre sus ingredientes, hay huevo. O sea, que se puede decir que es hija de una gallina. María abraza con ilusión su nueva identidad: cacarea, pone huevos y pretende empollar uno. El resto de amigos tratará de sacarle la idea de la cabeza.

Los habitantes de debajo del sofá descubren una hucha antigua llena de monedas como la Reina Penny. Estas toman el control del comedor y destierran a la Penny original. La batalla por controlar debajo del sofá ha comenzado.

Debajo del sofá saltan las alarmas al descubrir una ratonera en el comedor. Como parece que se enfrentan a una rata escurridiza, deciden usar a María como cebo. Pero Pato, que es quien debe controlar la operación, se ve sobrepasado por la presión.

Últimamente, el grupo está muy tenso. Para canalizar el estrés, organizan un partido de fútbol, pero lo que debía ser una actividad deportiva sana se convierte en un ambiente competitivo del que será aún más difícil salir.

Mañana hará un año que Rambo llegó a la casa. No está segura de haber hecho bien su trabajo y teme que la familia la cambie por un modelo más potente. Haciendo memoria, repasa el único (y peor) año de su vida.

Por primera vez, los habitantes de Bajo el sofá se niegan a hacer lo que dice el guion. Ante su negativa, empiezan a pasarles cosas raras. Han lidiado con Rambo, con los humanos... pero nunca con los designios de su Dibujante.

Selfie roba el teléfono de la madre para llamar a Laura y expresarle sus sentimientos. Pero, en el momento de la verdad, un fenómeno radioeléctrico inesperado hace que los amigos se intercambien las voces. Selfie tendrá serias dudas sobre si es conveniente hacer la llamada.

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Llega el día de la fecha de caducidad de María. Sus amigos le prometen cumplir su último deseo antes de que caduque y ella sólo quiere una cosa: bañarse en chocolate. Todos arriesgaran sus vidas para que María lo haga realidad.

Debajo del sofá huele fatal. ¿El motivo? Selfie ha robado un calcetín sudado de Laura y lo guarda como un tesoro. El olor es asfixiante y el resto del grupo hará todo lo posible por hacerlo desaparecer.

Un grupo de objetos muy diversos e inservibles (una moneda, un juguete sin brazo, una foto olvidada, una galleta mordida, etc) encuentran una segunda oportunidad refugiándose bajo un sofá.

Top descubre que María es capaz de dedicar grandes elogios a la vida de Pato, pero tiene pocas cosas que decir sobre ella. Por esto, Top decide pasar un día con ellos para corroborar que es interesante.

Pato quiere demostrar que también tiene sensibilidad artística y se pasa al rap. La vida del rapsoda urbano es más dura de lo que parece. Para todos. .

Maria, con su forma irregular de rodar, siempre es la más lenta. Top la ayuda creando una "prótesis" de galleta. Ahora María rueda de maravilla y se ha convertido en la más rápida de Bajo el sofá. Demasiado rápida.

Pato descubre que es un juguete Made in China, cuando siempre había pensado que era estadounidense. Ahora tendrá que decidir a qué país le debe lealtad. El estrés que le provoca el dilema hace que se desdoble su personalidad.

Selfie aparece con la cara pixelada. Le ha salido un grano: acaba de entrar en la adolescencia. Sus amigos intentan ayudarle a superar esta etapa, pero todas las ideas son un desastre. Solo él podrá descubrir cómo dejar de estar pixelado.

Mientras cotillea el correo electrónico de Laura, Selfie encuentra el mensaje de un misterioso príncipe de un país lejano que quiere compartir con la familia su enorme fortuna. Solo tienen que darle los datos de una tarjeta de crédito. Todos, por supuesto, caen en la trampa.

Los habitantes de Bajo el sofá se dan cuenta de que la Reina nunca ha visto al Castor y piensa que es un príncipe joven y apuesto. Por esto, preparan un plan para que se puedan ver cara a cara por primera vez. Lo que no imaginan es que eso pondrá a ambos en peligro.

Un meteorito cae en la Tierra y una partícula acaba en el piso. Mota se la traga. Al día siguiente, los habitantes de Bajo del sofá empiezan a desaparecer. Top trata de averiguar qué está pasando hasta que se convierte en la última superviviente.

En la tele sale un chico de 18 años que ha encontrado la cura para una enfermedad incurable. Pero el descubrimiento más impactante es que ese genio es, nada más y nada menos, ¡el Selfie humano! Top trata de convencer a Selfie que él también puede convertirse en un genio.

Penny y Castor, después de tantos años juntos, han decidido que ya están un poco hartos el uno del otro, y lo mejor para todos es separarse. Y antes de hacerlo, hacen una fiesta de despedida: Top y María con la Reina; Selfie y Pato con el Castor.

La Reina Penny está harta de gobernar y convoca elecciones para la presidencia de Bajo el sofá.

Mota da a luz a Motitas: pequeñas pelusitas. Los habitantes de Bajo el sofá están emocionados y quieren hacer de "tíos postizos". Pero en un lamentable descuido, las pequeñas son aspiradas por la Rambo.

Un inhalador para el asma se pierde debajo del sofá. Selfie quiere devolverlo porque es de Laura, la niña de la familia, y teme por su vida. Pero el resto de sus compañeros creen que el inhalador es el mejor juguete que han tenido nunca.

Pato descubre que la bombona de oxígeno que lleva en la espalda es un compartimento para pilas. Cuando se pone una, adquiere una energía extra y se pasa todo el día acelerado. Esta sensación adictiva de bienestar hace que no pueda parar de buscar más pilas.

Selfie descubre que en la carpeta de Laura hay pegadas fotos del ídolo de la chica. Sus amigos creen que Selfie también merece estar allí y elaboran un plan para pegarlo en la carpeta. Pero las cosas no paran de empeorar.

La Reina Penny convoca un concurso de pintura para reforzar su autoridad, pero el retrato ganador es tan majestuoso que todos admiran más al cuadro que a la propia Reina. Cuando la Reina intenta destruir el cuadro, el resto de amigos intenta impedirlo.

Una vez al año, Selfie representa "¡Oh, Laura!": un musical de 5 horas. Y como cada año, el resto de compañeros tiene sentimientos encontrados. Por un lado, lo consideran la peor experiencia de sus vidas, por otro, es un reto que todos quieren ganar.