(Alarma)

(Música)

Buenos días, "clanners".

O como decían los antiguos romanos: "Bonum mane".

Hoy tenemos un programa especial porque vamos a hablar

de una época de la historia de la humanidad.

¿Historia? Me encanta la historia.

Nacho Mapacho, ¿sabes de qué vamos a hablar hoy?

¡De historias!

¿Te conté la historia de cuando un gato

intentó meterse en mi cubo de basura?

No ese tipo de historias.

Intentó a entrar a comerse mi basura y yo le dije:

"¿Dónde vas? Suelta esa cáscara de plátano

que es mía". Y luego le dije... -"Te estás confundiendo".

¡Eso le dije! "Te estás confundiendo.

Esta es mi casa y te voy a denunciar..."

¡Nacho, Nacho!

Claro, luego se me enfadó y yo le dije...

Nacho, espera. -¿Qué pasa?

No hablo de ese tipo de historias. Hablo de una época de la historia,

de la historia de la humanidad.

¡Y esta era de la mapachidad!

Vamos a hablar de la historia del antiguo Imperio romano.

Vale. Y yo le dije al gato...

No sabes quiénes fueron los romanos, ¿verdad?

Unos tíos muy románticos.

Atiende, Orilo y Arlequina nos lo van a explicar.

¡Bienvenidos, bienvenidas! Os saludan los clownstifics.

Y hoy, Orilo, te tengo una sorpresa. ¡Nos vamos de viaje!

¡Sí, toma! ¡Me encantan los viajes! ¿Dónde vamos?

Vamos a Roma, pero no a la Roma de hoy en día.

Nos vamos a la Antigua Roma. ¿Estáis preparados?

Cinturones abrochados porque vamos a utilizar

nuestra máquina del tiempo

para irnos directos al Coliseo.

Orilo, ponte las gafas de seguridad. -Muy importante.

La seguridad es lo primero. -Superimportante.

Pero, Orilo, esas son unas gafas de piscina.

Pero protegen igual. -Vamos a programar

nuestra máquina del tiempo: Antigua Roma, directos al Coliseo.

Tres, dos, uno...

(GRITAN)

"Bienvenidos y bienvenidas a la máquina del tiempo.

Selecciona tu destino. Abróchate el cinturón

y ponte el casco. ¿Listos para el teletransporte?

Tres, dos, uno..."

¡Oh! -¡Ah!

¡Guau! Mira, Orilo, hemos llegado al Coliseo

donde luchaban los gladiadores.

¡Coge tu escudo! -¡Sí, vamos a luchar!

Ave, Orilo, Arlequina te saluda. -Ave, Arlequina.

El Coliseo era un gran circo donde cabían hasta 50 000 personas.

¡Toma puré de castaña!

Tenía que ser un circo extraordinario.

¿Qué hacían ahí? ¿Payasos, malabares?

No, se llamaba circo, pero en realidad

era un estadio donde luchaban los gladiadores.

En la inauguración del Coliseo lucharon los gladiadores

contra 9000 fieras salvajes. -¡Guau!

Había tigres, había rinocerontes, había hasta osos.

¡Pero maldita sea! Como decía Astérix,

están locos estos romanos. -Ya te digo.

Había gladiadores que eran famosísimos.

Ya ves, combatiendo con esas fieras...

Pero no era lo único con lo que podían pasárselo bien

en la Antigua Roma. -¿No?

Porque también tenían el Circo Máximo romano.

Era un lugar donde hacían las carreras de "cuadráguilas".

De cuadrigas. -Eso, de cuadrigas.

Y cabían hasta 300 000 personas,

mucho más que en los estadios de fútbol actuales.

¡Madre mía!

Era un lugar extraordinario. Y los que corrían

en las carreras de caballos muchas veces eran esclavos

que si ganaban la carrera, ganaban su libertad.

¡Como para no querer ganar! Pero, ojo,

que no es lo único que hemos sacado de los romanos.

Los romanos nos han dejado también las alcantarillas.

Todo ese sistema de canalización de las aguas

para que podamos tener agua en casa para lavarnos, para cocinar.

Y en las alcantarillas es donde viven las Tortugas Ninja.

También nos han dejado el paso de cebra

para que podamos cruzar la calle con seguridad.

Y el latín, nuestra lengua proviene del latín.

Lapsus, in extremis, de cubito supino; aún se utilizan.

Eso suena más a Harry Potter.

¡Expecto Patronum!

Y hay muchas cosas más que nos dejaron los romanos.

El sistema de leyes; los termopolios,

que eran los primeros restaurantes; el descanso en domingo; las monedas.

¡Un montón de cosas, Orilo!

¿Te ha gustado nuestro viaje a la Antigua Roma?

¡Me ha encantado!

Nos vemos en nuestra próxima aventura.

(AMBOS) ¡Ave!

O sea, que los animales se comían a las personas gigantes.

Me gustan los romanos.

Pero solo en el Coliseo.

Puede que hayan estado aquí mismo.

En realidad, ya estuvieron aquí los romanos.

¿Qué? ¿Cómo? ¿Y no me has avisado?

No es que vayan y vengan como el circo.

¿Ahora viene el circo romano y no me has dicho nada?

No, mira, es que...

Montse, explícaselo mejor.

Hola, soy Montse, tu profe de Sociales.

Hoy me he levantado con ganas de hacer una excursión.

¿Qué os parece si nos damos un paseo por el pasado?

Nos vamos a Hispania de mano de los romanos

al año 218 antes de Cristo.

Ah, y coged vuestra espada porque vamos a vivir alguna batalla

y tendremos que defendernos.

¿Cómo? ¿Que te preguntas qué es eso de Hispania?

¿Que quiénes son los romanos?

¿Que por qué quiero hacer un viaje en el tiempo?

Me encanta que me hagas todas esas preguntas,

pero vamos por partes.

Lo primero que debemos hacer es tomar asiento

para teletransportarnos al pasado.

Cierra los ojos y di conmigo: ¡Nos vamos a Roma!

"Bienvenidos y bienvenidas a la máquina del tiempo.

Selecciona tu destino. Abróchate el cinturón

y ponte el casco. ¿Listos para el teletransporte?

Tres, dos, uno..."

¡Huy! Ya estamos en la Antigua Roma.

Voy a ser un poco más precisa,

en la época entre la República y los primeros emperadores.

El primero de ellos fue Augusto.

Los romanos fueron un pueblo muy poderoso, mandaban un montón

y conquistaron un montón de territorios en el Mediterráneo.

Quizá te suenen algunos. Por ejemplo:

Siria, Grecia, Egipto, Inglaterra

y también la península ibérica.

Sí, la península ibérica que es el territorio

que ocupan España y Portugal.

Y lo conquistaron, pero no tardaron un día o dos,

sino que estuvieron casi 200 años.

Empezaron en el... 219 antes de Cristo

y acabaron aproximadamente en el año 19,

pero después de Cristo.

¡Anda! ¿Qué hacen todos estos conejos por aquí?

¿Se nos han colado en nuestro viaje?

Ahora que caigo,

cuando los romanos llegaron a la península ibérica

estaba plagada de conejos.

Y por eso la llamaron Hispania, que significa "tierra de conejos".

Cuando llegaron a la península, eran muchísimos

y estaban muy bien organizados.

Una legión con más de 6000 soldados

y 300 jinetes con sus caballos y todo.

En la península ibérica vivían un montón de pueblos.

Unos eran los celtas, otros los íberos;

también los lusitanos, pero había muchos más.

Esto que veis aquí es una fortaleza celta,

la utilizaban para defenderse de los extraños.

A los celtíberos, en general, no les hizo ninguna gracia

sentirse amenazados por los romanos y por eso se rebelaron.

¡Ah!

Trataron por todas sus fuerzas hacer que los romanos

se fueran por donde habían venido.

Pero sin éxito.

Uno de los mayores generales que les combatió se llamaba Viriato.

Él y sus hombres resistieron a los romanos

durante más de siete años.

Qué agotamiento, de verdad.

Pero recordáis que el ejército romano

era más numeroso y estaba mejor organizado.

Así que al final él y sus hombres desistieron

y Viriato firmó la paz con los romanos.

Pero la resistencia en España hacia los romanos no queda ahí.

Vamos a nuestro siguiente destino, Numancia.

Numancia se encuentra a las afueras de la actual ciudad de Soria.

Los romanos estuvieron asediando a los numantinos durante 15 meses.

Al final decidieron los pobres numantinos

quemar su ciudad antes de rendirse.

Muchos siglos después y por diversas razones

la civilización romana desapareció.

Pero es una historia que te cuento en otro programa.

Y ahora la que desaparezco igual que los romanos soy yo.

¡Hasta luego!

Así que se llamaba Hispania porque estaba lleno de conejos.

Hispania significa en latín "tierra de conejos".

Había muchos.

¿Y cómo se llamaría si estuviera lleno de mapaches?

¿Mapachania? -No lo sé.

Eres tú el que quiere hacer un nuevo Imperio.

Bienvenidos a Mapachania, capital del Imperio mapacho.

Soy el emperador Nacho Mapacho, arrodíllate ante mí.

No suena mal.

Nacho Mapacho no suena a nombre de emperador,

es demasiado moderno, tendrías que buscar algo más latino.

¿Y cómo hago eso?

Juan Carlos te lo explica.

Hola, chicos y chicas. O debería decir: ave.

Soy Juan Carlos, vuestro profe de Lengua.

Hoy nos vamos a adentrar en lo más oculto

de la historia romana de tu ciudad, sí, de tu ciudad.

Y lo vas a hacer tú.

Nos vamos a convertir en historiadores romanos.

¿Te atreves?

Lo primero es empezar viajando a la Antigua Roma

para conocer a un romano muy venerable

llamado Catón el Viejo.

Catón fue uno de los primeros historiadores de Roma

y describió la leyenda de Rómulo y Remo.

Eran dos gemelos que habían nacido del matrimonio

de una vestal y del dios Marte de la guerra.

Maldecidos por su rey, fueron abandonados en un río

y allí la loba Capitolina los encontró y los amamantó.

Cuando se hicieron mayores,

fundaron la ciudad de las siete colinas.

¿Sabéis cuál es? Roma.

El verdadero nombre de Catón era Marcus Porcius Cato.

Y así es como vamos a comenzar nuestra aventura,

poniéndonos nombres romanos.

Si os habéis fijado, los nombres tienen tres partes.

La primera es el nombre de pila. En mi caso como me llamo Juan,

si lo pasamos al latín sería Ioannes.

El segundo es el apellido, el apellido de familia.

El mío es Palomino,

si lo pasamos a la lengua de los romanos sería Palominus.

Y el tercero tiene relación con un mote, una cualidad

o una característica.

Yo como soy maestro, podemos decir Praeceptor.

Por lo tanto, mi nombre sería...

Si te llamas Victoria Pérez y eres la más alta de la clase,

puedes llamarte...

O, por ejemplo, si te llamas Miguel García

y eres el más rápido de tu colegio, puedes llamarte...

Divertido, ¿verdad?

¿Y cómo sería tu nombre? ¿Te lo imaginas?

Ahora que ya tienes tu nombre en latín,

vamos al siguiente paso de la aventura

y es que nos vamos a convertir en historiadores como Catón.

Para eso vamos a investigar cuáles son los restos romanos

que había en nuestra ciudad o en alguna cercana.

Por ejemplo, yo soy de Toledo.

En la época de los romanos se llamaba Toletum.

Y he averiguado que había un circo romano;

unas termas que era donde se bañaban;

un acueducto para traer el agua a la ciudad.

Bueno, es increíble.

Si investigas, seguramente necesitarás

la ayuda de alguien mayor para que te busque información

en Internet o te pueda dar información de viva voz.

Lo que debes hacer es averiguar qué restos romanos

había en tu ciudad o en alguna cercana.

Esto no vale si eres de Canarias porque allí no llegaron los romanos.

Pero seguro que conoces alguna ciudad de la península

donde puedes encontrar muchísima información.

Ya solo nos queda escribir la historia.

Cógete un cuadernito como este y pon el nombre

de la ciudad que has elegido. Yo he puesto Toletum.

Y ahora empieza a investigar.

Por ejemplo, yo he descubierto que Toledo fue conquistado

a los carpetanos por Marco Fulvio Nobilior.

Además, entre los restos romanos que se han encontrado

hay un circo, como os dije antes, que mide 423 metros

y que cabían nada más y nada menos que 20 000 personas, impresionante.

Ahí se realizaban carreras de cuadrigas.

Además, había unas termas, unos baños romanos

y un acueducto.

Ahora lo único que te falta es firmarlo, como yo.

Ioannes Palominus Praeceptor.

Y ya tienes tu libro con la investigación

sobre tu ciudad romana.

¿Te lo has pasado bien? Ha sido superdivertido.

Además, hemos aprendido un montón.

Hasta aquí hemos llegado. Espero que hayas disfrutado

y hayas aprendido mucha historia romana.

Si quieres seguir los pasos del historiador Catón,

ya sabes lo que tienes que hacer. Nos vemos en el siguiente programa.

Soy Nachus Mapaximus, arrodíllate ante mí.

Y soy soy Jemus Van der Lustimus y no me voy a arrodillar.

Pues prepárate para que te coman mis leones.

Qué hambre me ha entrado. ¿Hay algo de basura para picar?

¿Y tus leones no prefieren una ensalada César?

¡Ja, ja!

James, las bromas las hago yo.

Mira, los emperadores no comían basura.

¿Ah, no?

¿Entonces de qué les servía ser emperadores? ¿Qué comían?

Llevaban una dieta mediterránea.

¡Oh, mediterránea! Como yo, mapacherránea.

Como basura, basura, más basura y un poco de sandía.

No, dieta mediterránea. Atento, Álex nos los explicará.

¡Mapachungo!

Hola, superatletas.

Soy Álex, tu profe de Educación Física.

Ya sabes que los estiramientos de los músculos

son muy importantes para recuperarse después del ejercicio.

¿Sabes que la alimentación es muy importante para los músculos?

Sí, es así.

Comer carne, huevos, pescado nos aporta proteínas,

necesarias para que el músculo se recupere del ejercicio.

¿Te apetece que juguemos a un juego? Acompañadme.

Perfecto, este es el juego de la dieta mediterránea,

la que hemos heredado del Imperio romano.

Según decían en aquella época, "mens sana in corpore sano".

¿Sabes qué significa?

Pues es así de fácil: mente sana en un cuerpo sano.

Vamos a ver de qué se compone.

Mira qué casualidad, estaba pensando en esto.

¿Sabes lo que nos da más energía?

Eso es, los hidratos de carbono.

Están en la pasta, el arroz, las legumbres,

el pan, las madalenas.

A mí me encantan las judías blancas.

Todos ellos son como nuestras pilas.

Vamos a continuar a ver qué aparece ahora.

La verdura es sanísima.

¿Cómo que no te gusta? ¡Pero si son muy importantes!

Nos aportan vitaminas, fibra, agua.

Sí, que no solo nos vale con el agua que bebemos.

A los mejor te convence más si te digo

que los superatletas comen mucha verdura.

Yo mismo, me encanta comer tomates, pimientos, calabacín.

Por ejemplo, en un pisto.

¿Cómo te crees que mantengo este cuerpo?

Si quieres crecer y ponerte fuerte, necesitas verduras.

¿Qué te parece si seguimos jugando?

La fruta, qué buena, aporta también fibra, vitaminas, agua.

La fruta y la verdura es la mitad de lo que debemos tomar en un día.

A mí me encanta.

Yo suelo comer muchos plátanos, manzanas, naranjas.

Jo, solo hablar de comida ya me está entrando hambre.

Pero aún quedan un par de cosas por mirar.

¿Probamos a ver?

Lácteos, claro que sí,

una parte muy importante de la dieta mediterránea.

Está la leche, el yogur, el queso.

Un buen vaso de leche me bebía yo ahora.

¡Um, qué bueno!

Recuerda: los lácteos nos aportan calcio,

muy bueno para nuestros huesos.

¿Te parece si probamos una vez más?

Vaya, claro, se me estaba olvidando el agua

con lo importante que es.

Tenemos que beber mucha agua para recuperar los líquidos

que perdemos cuando sudamos o cuando respiramos.

Jo, qué sed tengo.

Tanto hablar de carne, de pescado, de legumbres, de verduras;

en cuanto acabe me voy a beber medio litro de agua.

Recuerda: para estar sanos necesitamos ejercicio físico,

dieta saludable y descanso adecuado.

Yo voy a seguir estirando un poco.

¡Hasta la vista, superatletas!

(Música)

¡Anda! ¿Y esto qué es?

Soy Nachus Mapaximus.

Me están haciendo un busto con mucho gusto.

¡Qué chulo!

Sí, lo único es que se han equivocado.

Tendré que dárselo de comer a los leones.

Yo lo veo bien.

¿Por qué dices que se han equivocado?

Porque en vez de poner mi nombre, Nachus Mapaximus,

han puesto MNXX.

Claro, es que esto no es tu nombre, es el año.

¿No sabes números romanos? -¡Pero si son letras!

Miguel, te va a hacer una clase de números romanos.

Hola, matemaníacos y matemaníacas.

Soy Miguel Ángel Ruiz, vuestro profesor de Matemáticas.

Un día más para compartir un rato divertido. ¡Comenzamos!

Ayer fue mi cumpleaños y me regalaron este caldero gigante

con una nota dentro, una nota preciosa que dice:

"Felicidades, Miguel".

¿Y dentro qué dice? Dice: "Si tu regalo quieres conseguir,

esta caja tienes que abrir".

Esta caja tan grande que estoy viendo aquí.

"Números y letras tendrás que combinar

para el enigma adivinar".

Números y letras tendrás que combinar.

Pero yo veo solo XCIX y no logro adivinarlo.

Estoy buscando en la tableta, en los libros

y nada, que no logro adivinarlo.

A ver. ¡Claro que sí, si son los números romanos!

Son los números romanos, por eso dice números y letras

tendrás que combinar. ¿Y qué son los números romanos?

Los números romanos se utilizaban en el Imperio romano,

pero seguimos utilizándolos actualmente.

He traído la pizarra para explicar los números romanos.

Sabéis que estamos en el siglo XXI, ¿verdad?

¿Y cómo se escribe el siglo XXI? El siglo XXI se escribe así:

XX y una I mayúscula, una I grande, la que antes llamé palito.

Esto es XXI.

Vemos que los números romanos se representan con letra

y lo vamos a ver a continuación.

Cada letra equivale a algo.

Aquí tenemos la I, la V, la X,

la L, la C, la D y la M.

¿Y a qué equivale cada letra? Pues lo vamos a ver.

La I equivale a 1.

La V equivale a 5.

La X equivale a 10.

La L a 50.

La C a 100.

La D a 500 y la M a 1000.

¿Y qué pasa?

No podemos combinarlas así a lo loco, no,

porque tenemos que formar nuestros números. Vamos allá.

Tenemos que seguir cuatro reglas, ¿bien?

Y las debemos tener muy en cuenta.

Primero, tenemos que leer siempre de izquierda a derecha.

Por ejemplo: XVI lo vamos sumando.

X, 10; V, 5; I, 1.

Sería 10 más 5 más 1: 16.

Genial, esa es la primera regla. Vamos con la segunda.

Vamos leyendo de izquierda a derecha.

Pero si a la derecha tenemos un número mayor,

le restamos el de la izquierda.

Entonces en este caso sería 1, I,

y el grande que es la X.

Sería: ¿10 menos 1 igual a qué? a 9.

Muy bien, ya vamos por la segunda.

La tercera e importante que tiene una lógica con las anteriores.

No podemos poner cuatro letras iguales seguidas.

Para representar el número 4 no puede ser

palito, palito, palito, palito, es decir, IIII.

No, tendría que ser como la regla anterior.

Es decir: IV, esto sí que sería el 4.

Y ya la última, que sí que nos tenemos que acordar,

pero tiene también mucho sentido.

Es decir, ¿la I solo resta a qué? Al 5 y al 10.

El 10 solo resta al 50 y al 100.

Y el 100 solo resta al 500 y al 1000.

Estas cuatro reglas y sabremos combinar todos los números.

Genial, ¿por qué? Porque ahora estoy

con muchísimas ganas de adivinar nuestro reto,

adivinar cuál es mi regalo de la caja. Vamos allá.

Si yo tenía XCIX,

¿cómo lo hago? Aplicando las reglas anteriores.

Veo que aquí leo primero de izquierda a derecha.

Veo que tengo el 10 y el 100.

Entonces vamos formando. Aquí el 100 es mayor,

pues le resto y sería 100 menos 10: 90.

Genial, ya tenemos un poco.

Ahora tengo que ir sumando.

Vuelvo a leer de izquierda a derecha y digo:

aquí veo que 10 es mayor que I

y sería 10 menos 1. 10 menos 1: 9.

Lo sumo y sería 99.

¡99, genial, vamos a abrir la caja!

A ver, ¡qué nervios!

Voy a poner la combinación a ver si se abre.

99, ¿verdad?

Veo que se abre, qué bien.

Ay, una tarjeta.

¡No me lo puedo creer!

¡Un viaje a Roma, matemaníacos y matemaníacas!

¡Vaya regalazo! ¡Me voy! ¡Hasta la próxima!

(Música)

Ya entiendo los números romanos.

Pero una pregunta. -Dime, Nachus Mapaximus.

¿Sabes cómo se escribía el 0?

Curiosamente los romanos no tenían un número para el 0.

¡Incorrecto!

¡Lo hacían con un calamar a la romana!

(RÍE) Qué chiste tan malo.

Creo que necesitas renovar tu repertorio.

No, lo que necesito es ir a hacer el informativo,

"Está Mapachando".

¡Vamos, corre! Maximus, "vamus".

(Música)

"Está Mapachando".

Bienvenidos a "Está Mapachando",

mi noticiero mapache que da las noticias

pache lo que pache.

Buenas noticias: el emperador Machus Mapaximus

presentará este informativo.

También sale James Van der Lust.

Ave, James. -Ave, Nacho.

No me interrumpas. Hoy tenemos noticias mapachionantes.

La dieta mediterránea junto a un poco de basura

está causando furor entre los habitantes

del Imperio mapachano.

Mirad cómo estos simpáticos mapaches de Nueva Jamón de York

se han adaptado perfectamente a la dieta mapacherránea.

¡Qué rico! Y de postre basura, claro que sí.

En el Museo del Palazzo Massimo en Roma, Italia,

podemos encontrar una colección de juguetes de una niña

que vivió en el antiguo Imperio romano

que datan del siglo II después de Cristo.

Los juguetes varían. Desde muñecas hechas de madera,

piezas para juegos de mesa y figuras de tipos de animales.

Juguetes que se siguen haciendo y usando hoy en día.

Se rumorea que también han encontrado una nota

que ponía que su juguete favorito era un muñeco de un mapache.

Eso no sé si es parte de la noticia.

Además ponía que le encantaba jugar a que el muñeco del mapache

se comía al muñeco del profesor... -Nacho,

no puedes seguir inventándote noticias.

Esto es un informativo serio, Nacho. -No soy Nacho, soy Nachus Mapaximus

y digo lo que quiero. ¡Arrodíllate ante mí!

Se te están subiendo a la cabeza los aires de grandeza.

Atención, noticias de última hora.

Han descubierto unas ruinas romanas y estaban todas rotas.

Entre los escombros han encontrado el busto de un emperador

totalmente desconocido hasta la fecha.

¡No te inventes las cosas!

Se trata del busto del emperador Nachus Mapaximus I.

¿A que no sabes lo que ponía en la inscripción del busto?

¿La fecha en números romanos? -No, ponía:

# Nacho, Nacho man.

# I want to be a Nacho man. # Nacho, Nacho... #

Clanes, hasta aquí el programa de hoy.

Recordad: seguid una dieta mediterránea

y os convertiréis en unos buenos gladiadores.

"Mens sana in corpore sano".

(Música)

(Música)

¿En qué se parece un elefante a una cama?

¿Nadie?

En que el elefante es paquidermo y la cama pa' que duermas.

(RONCA)

¿Alguien sabe cuál es el colmo del atún?

¿No? ¿Nadie?

¡Que le den la lata! (RÍE)

¡Que le den la lata, sí! (RÍE)

¿Sabéis dónde tiene más pelo un mapache?

¿No? ¿Nadie?

¡Por fuera!

¡Por fuera, sí!

¿Sabéis lo que es un contenedor de basura

para alguien como yo?

¡Un bufé libre!