Unos turistas se encontraron con don Miguel por Alcalá y pensaron que era un figurante. Le pidieron una foto.
Un rato de asueto para disfrutar de la prensa diaria, en papel, impresa... en una terracita de una calle de Alcalá.
Hubo tiempo para montar en bicicleta. Don Miguel demostró que domina la técnica del pedaleo.