Las lechuzas viven en lugares que nos producen temor: ruinas, pueblos abandonados, torreones, cementerios…
Miden cerca de 30 centímetros, pesan unos 300 gramos y tienen una envergadura aproximada de unos 90 cm.
Después de alimentarse durante toda la noche, expulsan por el pico los restos indigeribles: eso es lo que conocemos como egagrópila. Con frecuencia expulsan esas bolas en el mismo sitio y se forman acúmulos bastante grandes.