2013
Esta es una de las máximas que llenan la vida de David Casinos. El día que perdió la visión, a los 25 años, se dijo a sí mismo que jamás volvería a sufrir. Se lo repitió tantas veces que su ceguera no le impidió ver, no le impidió perseguir sus objetivos. Soñó que sería campeón olímpico de lanzamiento de peso, que se convertiría en campeón del mundo de lanzamiento de disco. Y de tanto soñarlo acabo colgándose las medallas que reflejaban todo el trabajo que había llevado a cabo.
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