Monográfico sobre las costumbres y horarios que han venido con el toque de queda: más terrazas de bares en las calles, menos espacio para peatones ¿Más ruido? El tardeo ha sustituido a las cenas y ocio nocturno. Lo hablamos con asociaciones de vecinos de barrios de tradición muy "ruidosa". Esto es, Saturnino Vera Guerrero, presidente de la Asociación Vecinos Distrito centro de Madrid: "Cuando se bajan las persianas, el ruido desciende 30 decibelios"; con Rosa Laparra, presidenta de la Asociación Vecinos Gent de Russafa de Valencia: "Hay mucho movimiento de gente que no lleva la mascarilla puesta en espacios muy pequeños. Después de las 18 horas hay establecimientos que venden bebidas"; por su parte, Amor López, presidenta de los hosteleros del barrio valenciano señala que estos horarios no dan ganancia, a pesar de lo que se pueda pensar. Y que les toca hacer de policías muchas veces para que la gente se vaya a la hora que indica la normativa.
Ignacio Guido López-Echeverry, presidente de la Asociación de Metres y Camareros de España pone en primer plano lo difícil que está siendo para el sector salir adelante y añade: "Recordemos que quien es profesional lo es ahora también, cuando hay que exigir que los clientes lleven la mascarilla o que se vayan a la hora que toca, entre otras cosas". Conectamos en directo con el local Commacero Vermutería, su dueño Jorge nos explica que "habría que pensar por qué en Cataluña los casos de contagio están a un nivel como el de Madrid y la hostelería lleva cerrada 6 meses".
