El papa Francisco es el segundo pontífice que visita Papúa Nueva Guinea, un extenso archipiélago en el que una de cada cuatro personas se declara católica. Este remoto país del Pacífico tiene algunos de los mayores depósitos de oro que se conocen, y exporta gas y petróleo. Eso lo ha convertido en un objetivo codiciado por grandes corporaciones internacionales. El papa les ha pedido que tengan en cuenta las necesidades de la población local "para mejorar sus condiciones de vida".
Foto: El papa Francisco en Puerto Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea (EFE/EPA/ALESSANDRO DI MEO)