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A raíz del fallecimiento del papa Francisco, se reabren diversos debates dentro del ámbito católico, siendo uno de los más candentes el relacionado con los abusos sexuales. Durante su papado, el pontífice luchó por desmantelar las estructuras de encubrimiento dentro de la Iglesia. En el informativo 24 Horas de RNE, hablamos con Miguel Hurtado, víctima de abusos en la abadía de Montserrat y autor de la obra El manual del silencio.

'El día a día de las víctimas de la pederastia no ha mejorado mucho con las medidas que ha tomado el papa Francisco', asegura Hurtado, quien reconoce que Francisco fue "incapaz'" de implantar "la idea de que un requisito para ser obispo en el siglo XXI es la competencia de saber gestionar los casos de pederastia de forma eficaz y compasiva".

En Francia, este lunes se ha retomado el juicio contra el cirujano acusado de abusar de 300 personas, muchas de ellas menores. El acusado, de 74 años, ha confesado que una de sus víctimas fue su propia nieta. Por su parte, la gendarme que investigó el caso todavía arrastra las secuelas del trauma que le causó leer el minucioso relato de agresiones sexuales y está de baja desde hace tres años.

Desde la unidad de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, señalan que la dureza del material que analizan durante horas y horas puede repercutir en la salud mental de los investigadores. Por ello, piden estar alerta. "Nos dan unas indicaciones sobre señales de alarma que pueden indicar que hay algún tipo de afectación en nuestra salud mental por la exposición al tipo de material: imágenes recurrentes, insomnio, irascibilidad", expresa Emilio José Real, jefe del Grupo II de Protección al menor de la Policía Nacional. "Tenemos un teléfono 24 horas al que acudir", añade.

Dado que no es sencillo dar con el agresor, los policías que se encargan de estos casos están sometidos a reconocimientos médicos y evaluaciones periódicas.

Este lunes ha comenzado la cuarta sesión del mayor juicio por pederastia en Francia cometido por tan solo una persona. La exmujer del acusado ha desatado la indignación de las víctimas al declarar que "una violación es menos traumática cuando se es pequeño". Asegura que nunca supo lo que hacía su exmarido, aunque su propio cuñado ha afirmado que ella estaba al tanto de todo y que nunca hizo nada.

El acusado, el cirujano Joel Le Scouarnec, que está en prisión por abuso a sus propias sobrinas, violó y abusó sexualmente durante 25 años a sus pacientes mientras estaban anestesiadas en hospitales del norte de Francia. Le Scouarnec, que apuntaba en un diario todas sus agresiones sexuales, ha reconocido que cometió atrocidades.

El arzobispo de Canterbury y líder de la iglesia anglicana, Justin Welby ha dimitido por mirar para otro lado en un caso de pederastia en el que estaba implicado un antiguo consejero de la reina.

John Smyth abusó presuntamente de más de un centenar de niños durante los campamentos cristianos que él mismo financiaba desde los años 70. Una de sus víctimas asegura que abusó de él tantas veces que pensó que se iba a morir. Así lo recogía ya en 2013 un informe de la iglesia anglicana que Welby ignoró.

Esta tarde, en la explanada de la Catedral de la Almudena, la archidiócesis de Madrid celebrará un acto de reconocimiento y reparación a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia. Juan José Tamayo, teólogo y profesor honorífico de la Universidad Carlos III de Madrid, valora positivamente este acto y la actitud de "apertura, escucha, sensibilidad y solidaridad" de esta archidiócesis, pero reconoce que "no nos podemos quedar en actos de este tipo. Simbólicamente son importantes, pero hay que cambiar el paradigma de la relación con las víctimas". Durante todos estos años, añade, "faltó compasión, acompañamiento, apoyo a las familias, arrepentimiento, petición pública de perdón, reparación a las víctimas y colaboración con la justicia". "Todo queda en promesas" -insiste- "Después de todo este tiempo, sobran las declaraciones y debe empezar una actitud completamente diferente. Primero, hay que superar el negacionismo y pasar al reconocimiento. Y evitar la permisividad con el delito". Y recuerda Tamayo que cualquier acto simbólico desde la Iglesia "ha de estar precedido por la reparación económica. Si no, sería un acto cínico", asegura.

Víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia protestan esta tarde frente al Parlament de Cataluña ante la entrega de la Medalla de Oro a la Abadía de Montserrat. La Abadía llegó a reconocer 14 casos de pederastia entre 1960 y el año 2000, calificó de "depredador sexual" al monje Andreu Soler, que abusó de 12 niños, pero se ha negado a implementar un plan de reparación a las víctimas. Hablamos con Miguel Hurtado, superviviente de abusos sexuales en la Iglesia y primer denunciante de los casos de pederastia en la Abadía de Montserrat, que recuerda que con este reconocimiento a la Abadía se está retraumatizando a las víctimas, que ven cómo no solo no se castiga a los culpables, sino que se les homenajea públicamente. Además, con actos como este, las víctimas que aún no han denunciado pueden pensar que hacerlo no sirve de nada. Las víctimas siguen reclamando que los delitos de pederastia no prescriban y piden a la Iglesia que actúe de verdad contra estos graves abusos: "Las palabras no protegen a los niños. Solo las acciones lo hacen", nos dice Hurtado.

Víctimas de abusos en la Iglesia se concentran hoy frente al Congreso para reclamar que se tramite de urgencia una iniciativa impulsada por el Parlamento catalán para que los delitos graves de pederastia no prescriban. La convocatoria la promueven tres supervivientes de abusos sexuales en instituciones católicas. Entre ellos, Miguel Hurtado, primer denunciante del caso de pederastia en la Abadía de Montserrat, que recuerda que en la mayoría de países del norte de Europa ya están eliminado los plazos de prescripción: "La evidencia científica demuestra que las víctimas no denunciamos cuando queremos, sino cuando podemos. Las víctimas tardan décadas en comprender lo que les ha pasado, ser capaces de procesarlo y verbalizarlo, y tener la independencia de su entorno de confianza para poder denunciar con seguridad". Y recuerda que esta reforma del Código Penal buscaría principalmente "prevenir delitos en el futuro, evitar que los pederastas estén en contacto con niños". "Esta protesta es para dar un toque de atención a Justicia y al PSOE para que se pongan las pilas", añade.

Las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia serán indemnizadas, haya prescrito o no su caso. Lo ha aprobado hoy el Gobierno en un plan que prevé, además, un acto público de reconocimiento.

De momento el plan no prevé un baremo de cantidades ni qué procesos tendrían que seguir los afectados. Lo que dejan claro es que ninguna víctima de abusos en la Iglesia quedara fuera. El Ejecutivo reconoce que ya han comenzado las conversaciones para que los obispos asuman las compensaciones.