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Documental histórico de producción propia sobre la vida de los republicanos españoles en el campo de exterminio nazi. Más de 7.000 republicanos españoles perecieron en Mauthausen antes de su liberación el 5 de mayo de 1945 por las tropas aliadas.

Los pocos supervivientes se juramentaron para que aquella masacre no quedara impune. Este trabajo es un homenaje a ese esfuerzo y a su memoria colectiva. Justo 67 años después de que el último campo del horror del Reich fuera liberado, TVE recupera este documental emitido en el año 2000 en tres capítulos.

Un documental de Joan Sella y Cesc Tomàs

Imagen: Ramón Pazos

Sonido: Juan Baño

Edición: Ramón Rull

Ambientación musical: Bibiana Goday

Diseño de cabecera: Montse Soldevila

El documental de La2. Viernes, 4 de mayo de 2012 a las 23:00.

Entre Mayo y Julio de 1947 un tribunal militar norteamericano juzgó en el antiguo campo de concentración de Dachau a cinco españoles acusados de haber sido "kapos", algo así como guardianes en campos de concentración, bajo las órdenes del régimen nazi.

Uno de ellos, Indalecio González, fue condenado a muerte y ejecutado en la horca.

Coloquio entre Rosa Ana Alija, Profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Barcelona; y Alfons Aragoneses, Historiador del Derecho de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona.

Hoy se conmemora el 67 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. La ONU ha rendido un homenaje a las víctimas del holocausto, unas 11 millones de personas. Entre ellas ,6 millones de judíos. Los pocos supervivientes que todavía quedan piden que no se olvide la Historia.

Hoy se conmemora en muchos países el Día de la Memoria del Holocausto. En el parlamento alemán, una pieza musical ha recordado a los seis millones de judíos que murieron bajo el nazismo. Después, los diputados del Bundestag han guardado un minuto de silencio. En el acto se ha calificado de vergonzoso que los edificios judíos sigan necesitando protección especial. Precisamente un tribunal alemán ha paralizado la intención de una editoral inglesa de publicar fascículos del libro "Mein Kampf", "Mi lucha", escrito por Hitler en 1923.

En Alemania hay casi 10.000 neonazis considerados violentos, pero hasta ahora no existía un registro nacional. Lo habrá porque el gobierno ha creado un banco de datos para evitar que se formen bandas de ultraderecha como la desarticulada hace unos meses tras asesinar a varios inmigrantes.

Una mayoría de Alemanes se inclina por ilegalizar a los neonazis del Partido Nacional Alemán (NPD). Según Aurora Mínguez, corresponsal de RNE en Berlín, las encuestas muestran que un 52% de los alemanes prefiere ilegalizar a esta formación, mientras que un 42% cree que la vigilancia es suficiente.

Estas encuestas ven la luz después de haberse puesto de manifiesto los fallos en la vigilancia de la célula terrorista que mató a 11 personas en todo el país. El jueves hubo una tercera detención por este motivo.

Sin embargo, el primer intento de ilegalización de los neonazis, hace ocho años, terminó en desastre al descubrirse que el material de prueba había sido elaborado por confidentes y agentes de los servicios secretos que compartían esa ideología.

El ministro de Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, ha reconocido que es importante recuperar la confianza de los ciudadanos y sobre todo de los inmigrantes.

Angela Merkel ha calificado como "una vergüenza para Alemania" el escándalo que cuestiona la actuación de la policía alemana en relación con los neonazis. Siguen apareciendo datos que apuntan a que los servicios secretos pudieron proteger o incluso ayudar a la trama de terrorismo nazi destapada el pasado viernes.

Alemania investiga si una banda de asesinos y asaltadores de bancos de extrema derecha puede haber contado con la protección, o por lo menos, los ojos cerrados de los servicios secretos durante 10 años. Mataron a 10 personas, 9 de origen inmigrante. Y todo se ha descubierto casi por causalidad.

En 1941, el ministro del Tercer Reich y lugarteniente de Adolf Hitler, Rudolf Hess, realizó un vuelo en solitario a Gran Bretaña para, supuestamente, negociar la paz con el Reino Unido, aunque nada salió como estaba previsto y, desde aquel momento, todo lo concerniente a Rudolf Hess se tornó un misterio.

¿Cuáles eran sus intenciones reales? ¿Estaba loco, tal y como aseguró el propio Hitler?

Coloquio entre Xosé Manoel Núñez Seixas, Profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela; Xavier Casals, Profesor de Historia de la Universidad Rovira i Virgili, de Tarragona; y Rosa Sala Rose, Ensayista y traductora.

El nazismo vestía de Hugo Boss. Uniformes para los mandos del partido, las SS y las Juventudes Hitlerianas. Hitler posó su brazo sobre el sastre alemán que cabalgó la crisis económica mundial, explotando a 180 prisioneros de guerra, a los que obligaba a coser a destajo. Los actuales propietarios, desvinculados de la familia Boss, han querido saldar cuentas con el pasado encargando un estudio sobre el fundador, Hugo Ferdinand Boss. Según las investigaciones, no sólo un avispado empresario, sino también, un nazi convencido.

La firma Hugo Boss, durante décadas controlada por grupos italianos, ha pedido disculpas por los oscuros cimientos de su imperio. Aunque el fundador, a quien apodaron "el sastre de Hitler", murió sin saber que llegaría tan lejos. Pero no es la única que quiere conjurar su pasado. Los propietarios de la factoría BMW también prosperaron, al parecer sin escrúpulos, a la sombra de Hitler.

Los Quandt se suman a las grandes familias alemanas que entonan el mea culpa, y han encargado una investigación. Según el autor, Gunter Quandt, fabricó armas y baterías durante el régimen nazi y explotó, a veces hasta la muerte, a más de 50.000 prisioneros de guerra. Sus hijos Herbert y Harald, ampliaron el negocio, que siguió creciendo con trabajos forzados. Herbert, hasta supervisó la construcción de barracas en campos de concentración. Hoy los nietos de Gunter Quandt, con una fortuna de 20.000 millones de euros, no reniegan de su abuelo pero reconocen que hubieran querido que fuera una persona diferente.

Vicente Pérez García. Así se llamaba, -desde que se refugió en España-, uno de los protagonistas de este reportaje. Tras la falsa identidad de Vicente Pérez García se ocultaba un general croata pronazi que había dirigido campos de concentración en Yugoslavia, como el de Jasonevac, donde pudieron ser exterminados medio millón de personas, entre ellas, serbios, partisanos, opositores, judíos y gitanos. Un hombre cruel al que se conocía por el apodo de El carnicero. Durante más de una década, vivió como lo que no fue: como un apacible ciudadano español propietario de una imprenta en Carcaixent, Valencia. Pero en 1969 fue asesinado. 42 años después, Informe Semanal ha reconstruido su historia y la de quien pudo ser el artífice del crimen. Vive en Sarajevo y aunque ante la cámara no reconoce ser el autor material de los hechos, tampoco lo niega.