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Jordania ha anunciado de manera oficial la ejecucción de dos terroristas yihadistas, entre ellos la yihadista iraquí Sajida al Rishawi, que el Estado Islámico pretendía cambiar por el piloto jordano Muad al Kasaesbe, después de que éste haya sido quemado vivo. Las ejecuciones por ahorcamiento han sido confirmadas por el portavoz del Gobierno, Mohammed al-Momani, según medios locales, entre ellos el diario Al Ghadd.

El otro preso ejecutado es el iraquí Ziad Karbuli, considerado dirigente de Al Qaeda en el país y condenado a muerte en 2008 acusado de matar a un conductor jordano.

Responsables jordanos bajo condición de anonimato ya habían anunciado a Afp que la pena de muerte a Sajida al Rishawi sería ejecutada este miércoles "al alba" y el Gobierno había prometido una respuesta "estremecedora, decisiva y fuerte" a la ejecución de Al Kasaesbe.

El Ejército, por su parte, ha declarado que llevará a cabo "una venganza tan grande como la calamidad".

El EI ha difundido esta jornada un vídeo en el que se ve cómo introduce a Al Kasaesbe en una jaula y le quema vivo. Posteriormente, el Gobierno jordano ha dicho que realmente fue ejecutado el 3 de enero.

Entrevistamos a Rubén Figueres, autor del libro De Gandía a la Casa Blanca, donde resume su historia, que empieza en su Gandía natal y termina en Estados Unidos como asesor del presidente Barack Obama. Una historia de tesón y superación que demuestra que,  si se quiere, en muchas ocaciones se puede (04/02/15).

El grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) ha afirmado este martes que ha quemado vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh, y ha difundido un vídeo con varias fotografías en internet. En esas instantáneas, cuya autenticidad no han podido ser verificadas, aparece Kasasbeh en el interior de una jaula, donde los extremistas le prenden fuego. Por su parte, la televisión estatal jordana asegura que, en realidad, el piloto murió el pasado 3 de enero.

Con su publicación el régimen cubano intenta frenar los rumores sobre el estado de salud de Castro, unos rumores que se han incrementado en las últimas semanas. 

 

Serbia y Croacia no cometieron genocidio, pero sí son responsables por no haberlo prevenido en la Guerra de los Balcanes, a principio de los 90. Los dos países quedan libres de las mutuas acusaciones porque la Corte Internacional de Justicia no ha encontrado pruebas que demuestren la intención deliberada, dice la sentencia, de acabar con los miembros de un grupo.